Aunque a ciertas personas no les guste y se aparezcan como trolls, es un hecho: desde la década de los sesentas el palacio de hierro quiso instalarse en Guadalajara, aquí un artículo donde se comenta esto, incluyo el link del prestigioso diario tapatío ocho columnas…
JULIO DEL 2006
El Condominio Guadalajara
http://www.ochocolumnas1.net/2006/julio/09/INFO/Secciones/cuerpoB/ciudad/ciudad.html
Julio de la Peña intervino en el plan de desarrollo llamado «Un Nuevo Centro», del que fue autor García Sancho, y que pretendía extender hasta el Agua Azul el área comercial del primer cuadro. Ya estaba una tienda ancla, la de Sears, y otra iba a ser El Palacio de Hierro, de la cadena más prestigiosa de la ciudad de México.
A 43 años de haberse construido
Guillermo Gómez Sustaita | CIE | OC En julio de 1963 Guadalajara cumplió sus sueños de altura. En el sur de la ciudad, junto al Agua Azul, acabó la construcción del primer edificio corporativo y el más alto. Se veía desde la barranca. Tan colosal estructura de acero y concreto se levantó en sólo trece meses en Mexicaltzingo.
Fue un acontecimiento para la ciudad de los años 60, que contaba con pocos edificios de cinco a ocho pisos. Fue el primer rascacielos tapatío (aunque no pasó de 100 metros) y significó una nueva era o el ingreso a la modernidad.
Guadalajara era entonces la ciudad ideal de México: provinciana, bella, cálida, con escala humana. Estaba cerca del millón de habitantes, la televisión había aparecido en los hogares tapatíos y era admirada en el país por su progreso (Calzado Canadá calzaba a México, se decía), sus exponentes en la música, la cultura y las letras.
En 1951 concluyó la reubicación de los ferrocarriles y el área que dejaron entre la zona del centro y el Agua Azul se fue urbanizando poco a poco. Emergía un nuevo polo de desarrollo y el Condominio se ubicó en un lugar estratégico: a sólo dos cuadras de la Central Camionera y a unas más de la Estación de Ferrocarriles.
Enrique Bremond Pellat fue el promotor del proyecto e inversionista mayoritario. La primera piedra se colocó el 9 de marzo de 1962, las obras se iniciaron cinco días después y entró en servicio el 10 de julio de 1963. El tiempo de construcción fue de 381 días, empleó a mil 120 personas, tuvo un costo de 79 millones de pesos.
Bremond integró al proyecto a dos inversionistas tapatíos, Juan García Sancho (promotor inmobiliario) y Felipe Arregui Zepeda (constructor). Este último acababa de participar en la construcción del estadio Jalisco y el mercado Libertad (1959).
a construir el hotel Hilton, diseñado por Federico González Gortázar. Salvador
Julio de la Peña ganó el concurso convocado por Hoteles y Condominios (de Enrique Bremond) y creó el concepto del edificio, por el que cobró 220 mil pesos.
La Compañía Interoceánica con sede en la ciudad de México realizó las obras de construcción. Hasta 1963, los edificios más altos eran el Guadalupe (siete pisos) en 16 de Septiembre y López Cotilla, el Minerva (ocho) en López Mateos, y el Banco Industrial en 16 de Septiembre y Libertad. Todos construidos en los años 50.
Julio de la Peña intervino en el plan de desarrollo llamado «Un Nuevo Centro», del que fue autor García Sancho, y que pretendía extender hasta el Agua Azul el área comercial del primer cuadro. Ya estaba una tienda ancla, la de Sears, y otra iba a ser El Palacio de Hierro, de la cadena más prestigiosa de la ciudad de México.
Luego del Condominio se empezó López Chávez, dueño de Calzado Canadá, adquirió los pisos 23 y 24 para la instalación del Club de Industriales de Jalisco, que estuvo en servicio de 1964 a 1985. Otras empresas importantes que instalaron sus oficinas allí fueron Domecq, Firestone, General Popo, Hylsa, Financiera Aceptaciones, Hertz Co., Compañía General de Aceptaciones. Hoy sigue siendo funcional, está inmerso en un corredor cultural (los teatros Diana, Guadalajara y Experimental), comercial y de servicios que se planeó hace cuarenta años, pero que tardó en consolidarse. (Coordinación de Investigaciones Especiales).