Un importante yacimiento arqueológico ha obligado a desviar 40 metros el trazado entre la A-3 y la A-2
Aunque la última de las radiales de pago ya lleva tres meses funcionando, al trazado completo de la M-50 todavía le quedan muchas obras por delante. El tramo del nuevo cinturón comprendido entre la M-31 (Eje Sureste) y la A-2, afectado por la presencia del yacimiento arqueológico «Mina Casa Montero», no estará listo al menos hasta enero de 2005. La concesionaria encargada de las obras se ha visto obligada a variar el trazado de la vía unos 40 metros para no invadir el yacimiento, y tiene previsto poner en servicio los 20 kilómetros restantes en dos fases, aunque casi con un año de retraso.
Los tramos ya en servicio de la M-50 se inauguraron entre octubre de 2003 y el pasado mes de febrero
Enrique Fuentes
Madrid- El pasado mes de enero, en una visita de obras a la R-3 (Arganda del Rey) y la R-5 (Navalcarnero) poco antes de su inauguración, alguien cuestionó a uno de los técnicos de la concesionaria por la ausencia de obras en la zona donde se situaría el teórico enlace del nuevo cinturón con la radial hacia Valencia. Las dudas venían a cuento porque ya en ese momento se barruntaba que la R-4 (Ocaña) cuyos gestores también debían construir ese tramo de la M-50 abriría sus carriles en Semana Santa. El ingeniero zanjó la cuestión con rotundidad: «Aunque se pongan a trabajar ahora mismo, no lo terminan ni en seis meses».
Pues bien, el técnico de la R-3 pecó de optimista. Los 20 kilómetros que faltan para completar la media luna (todavía imperfecta) de la M-50 no estarán en servicio, como mínimo, hasta enero del próximo año. Los problemas y cambios de trazado provocados por un importante yacimiento arqueológico han dado al traste con los plazos previstos para el tramo que unirá el Eje Sureste o M-31 (la conexión de la M-50 con la M-40) con la A-2 (Barcelona), que llegará al menos ocho meses más tarde que la R-4.
Inauguración por tramos. Y es que los casi 100 kilómetros libres de pago del nuevo cinturón han logrado incluso superar los retrasos de las cuatro radiales a los que están asociados. El primer tramo en admitir vehículos fue el que conecta la A-1 (Burgos) y la A-2, inaugurado el 6 de octubre de 2003 al mismo tiempo que la R-2 (Guadalajara). De hecho, esta «porción» de la M-50 ha sido casi la única en ajustarse a las condiciones iniciales impuestas por Fomento, que exigía inaugurar los carriles gratuitos antes o al mismo tiempo que los de pago.
El siguiente tramo de la lista era el que une la A-4 con la A-6 (La Coruña), pero el inoportuno derrumbe de uno de los túneles en la zona de Boadilla obligó a ponerlo en servicio por partes. A finales de diciembre pasado se abrieron 7, 7 kilómetros entre la M-409 y la A-5 y otros ocho entre Majadahonda y la carretera de La Coruña. El resto del denominado arco oeste de la M-50 tuvo que esperar al corte de cinta de la R-3 y la R-5, que no llegó hasta febrero. A partir de entonces, Fomento se concentró en terminar cuanto antes la R-4 y su tramo de M-50 entre las carreteras de Andalucía y Barcelona. Pero la presencia del yacimiento arqueológico «Mina Casa Montero» catalogado de «excepcional» por la Comunidad y los problemas en el enlace con la R-3 obligaron al entonces titular de la cartera Francisco Álvarez Cascos a adoptar una solución de urgencia para conseguir poner en servicio aunque ya como ministro en funciones los 60 kilómetros de pago hasta Ocaña. La R-4 empezó a funcionar en abril, pero las obras de la M-50 continuaron debido a «especiales circunstancias». Aunque entonces no se dieron fechas para su apertura, el decreto que eximió a los gestores de la R-4 de abrir al mismo tiempo su parte del tercer cinturón establecía que el tramo entre la M-31 y la A-3 debe estar listo el 1 de octubre, mientras que los kilómetros que van desde esta última a la A-2 se entregarán el 31 de diciembre. Según fuentes de Autopista Madrid Sur (la empresa concesionaria de la R-4), éstos son los plazos que siguen vigentes. En el caso del primer tramo «los trabajos ya están muy avanzados», aseguraron las mismas fuentes, lo que podría permitir su inauguración antes de la fecha establecida. Más dudas crea la segunda mitad de este «puzzle». Aquí ha sido necesario elaborar nuevos proyectos y desplazar el trazado de la vía 40 metros hacia el oeste para sortear el yacimiento donde se han encontrado restos del neolítico y permitir su posterior estudio. Con este panorama, las inacabables obras de la M-50 podrían culminar a principios de año. De todas maneras, la tregua puede durar poco: Fomento estudia ya la conexión entre la A-1 (Burgos) y la A-6 bajo el monte de El Pardo.
Aunque la última de las radiales de pago ya lleva tres meses funcionando, al trazado completo de la M-50 todavía le quedan muchas obras por delante. El tramo del nuevo cinturón comprendido entre la M-31 (Eje Sureste) y la A-2, afectado por la presencia del yacimiento arqueológico «Mina Casa Montero», no estará listo al menos hasta enero de 2005. La concesionaria encargada de las obras se ha visto obligada a variar el trazado de la vía unos 40 metros para no invadir el yacimiento, y tiene previsto poner en servicio los 20 kilómetros restantes en dos fases, aunque casi con un año de retraso.
Los tramos ya en servicio de la M-50 se inauguraron entre octubre de 2003 y el pasado mes de febrero
Enrique Fuentes
Madrid- El pasado mes de enero, en una visita de obras a la R-3 (Arganda del Rey) y la R-5 (Navalcarnero) poco antes de su inauguración, alguien cuestionó a uno de los técnicos de la concesionaria por la ausencia de obras en la zona donde se situaría el teórico enlace del nuevo cinturón con la radial hacia Valencia. Las dudas venían a cuento porque ya en ese momento se barruntaba que la R-4 (Ocaña) cuyos gestores también debían construir ese tramo de la M-50 abriría sus carriles en Semana Santa. El ingeniero zanjó la cuestión con rotundidad: «Aunque se pongan a trabajar ahora mismo, no lo terminan ni en seis meses».
Pues bien, el técnico de la R-3 pecó de optimista. Los 20 kilómetros que faltan para completar la media luna (todavía imperfecta) de la M-50 no estarán en servicio, como mínimo, hasta enero del próximo año. Los problemas y cambios de trazado provocados por un importante yacimiento arqueológico han dado al traste con los plazos previstos para el tramo que unirá el Eje Sureste o M-31 (la conexión de la M-50 con la M-40) con la A-2 (Barcelona), que llegará al menos ocho meses más tarde que la R-4.
Inauguración por tramos. Y es que los casi 100 kilómetros libres de pago del nuevo cinturón han logrado incluso superar los retrasos de las cuatro radiales a los que están asociados. El primer tramo en admitir vehículos fue el que conecta la A-1 (Burgos) y la A-2, inaugurado el 6 de octubre de 2003 al mismo tiempo que la R-2 (Guadalajara). De hecho, esta «porción» de la M-50 ha sido casi la única en ajustarse a las condiciones iniciales impuestas por Fomento, que exigía inaugurar los carriles gratuitos antes o al mismo tiempo que los de pago.
El siguiente tramo de la lista era el que une la A-4 con la A-6 (La Coruña), pero el inoportuno derrumbe de uno de los túneles en la zona de Boadilla obligó a ponerlo en servicio por partes. A finales de diciembre pasado se abrieron 7, 7 kilómetros entre la M-409 y la A-5 y otros ocho entre Majadahonda y la carretera de La Coruña. El resto del denominado arco oeste de la M-50 tuvo que esperar al corte de cinta de la R-3 y la R-5, que no llegó hasta febrero. A partir de entonces, Fomento se concentró en terminar cuanto antes la R-4 y su tramo de M-50 entre las carreteras de Andalucía y Barcelona. Pero la presencia del yacimiento arqueológico «Mina Casa Montero» catalogado de «excepcional» por la Comunidad y los problemas en el enlace con la R-3 obligaron al entonces titular de la cartera Francisco Álvarez Cascos a adoptar una solución de urgencia para conseguir poner en servicio aunque ya como ministro en funciones los 60 kilómetros de pago hasta Ocaña. La R-4 empezó a funcionar en abril, pero las obras de la M-50 continuaron debido a «especiales circunstancias». Aunque entonces no se dieron fechas para su apertura, el decreto que eximió a los gestores de la R-4 de abrir al mismo tiempo su parte del tercer cinturón establecía que el tramo entre la M-31 y la A-3 debe estar listo el 1 de octubre, mientras que los kilómetros que van desde esta última a la A-2 se entregarán el 31 de diciembre. Según fuentes de Autopista Madrid Sur (la empresa concesionaria de la R-4), éstos son los plazos que siguen vigentes. En el caso del primer tramo «los trabajos ya están muy avanzados», aseguraron las mismas fuentes, lo que podría permitir su inauguración antes de la fecha establecida. Más dudas crea la segunda mitad de este «puzzle». Aquí ha sido necesario elaborar nuevos proyectos y desplazar el trazado de la vía 40 metros hacia el oeste para sortear el yacimiento donde se han encontrado restos del neolítico y permitir su posterior estudio. Con este panorama, las inacabables obras de la M-50 podrían culminar a principios de año. De todas maneras, la tregua puede durar poco: Fomento estudia ya la conexión entre la A-1 (Burgos) y la A-6 bajo el monte de El Pardo.