A ver si los estudiantes en licenciatura de geografía se animan a darme una mano :
El Arroyo de los Pocitos
El arroyo de los Pocitos y el de la buena Moza
De las tantas corrientes montevideanas, desaparecidas por causa de las obras
de saneamiento, podemos nombrar el tradicional "Arroyo de los Pocitos" y
también el "de la buena Moza", que todavía aparecían nítidamente dibujados
en los planos de nuestra ciudad del 900.
El de los Pocitos era el famoso arroyo de las lavanderas, que llegaban hasta
él con sus atados de ropas sobre la cabeza, y los pocitos o cachimbas que se
practicaron en sus orillas dieron nombre, primero al arroyo, y luego al
"Pueblo de Nuestra Señora de los Pocitos", hoy "barrio de Pocitos".
Este arroyo nacía en un pequeño bañado o pantano ubicado en el Parque Batlle
y Ordóñez (antiguamente Parque Pereira, y antes todavía "campo chivero"),
aproximadamente entre los que son hoy el Velódromo Municipal y
la Avenida Italia.
En su tramo inicial corría de Oeste a Este y recibía las aguas de dos cañadas,
una de ellas, claramente visible en los mapas, situada en el lugar donde desde
1930 se levanta el Estadio Centenario. Luego doblaba hacia el Sur y su curso
seguía paralelo, aproximadamente, a las actuales calles Eduardo
Mac Eachen y 14 de Julio.
Próximo a la hoy esquina de las calles Dr. Bado (ex Méndez Núñez) y
14 de Julio, recibía las aguas de otro arroyito que venía reptando
sinuosamente desde el paraje de La Blanqueada y atravesaba la quinta de los
Buxareo, que después se llamó "Villa Dolores" (Zoológico Municipal).
Entonces, el curso del arroyo de los Pocitos, robustecido por tantos aportes,
continuaba tratando de ganar el Río de la Plata.
Finalmente se desplomaba desde la hoy calle Francisco Muñoz por la
pendiente de Buxareo hasta la rambla.
Un párrafo aparte merece el señalado arroyito que, después de atravesar el
actual parque zoológico de Villa Dolores, se echaba en la orilla izquierda
del arroyo de los Pocitos, a la altura de la hoy intersección de Dr. Bado
y 14 de Julio. Era éste el arroyito de la Buena Moza, también folclórico y
singular nombre perdido de Montevideo.
Se perdió el arroyito y, como siempre sucede, se olvidó el nombre.
Debemos ubicar el nacimiento de esta modesta corriente en la actual
plazuela que está delimitada por las calles Gilbert, Dr. Federico Susviela
Guarch y Dr. Joaquin Secco Illa, un par de cuadras al Sur del Hospital Militar.
Atravesaba el terreno donde ahora se levanta el Hospital de Clínicas y luego
de la hoy calle Ramón Anador se dirigía rumbo al Sur, para torcer hacia el
Oeste desembocando en el arroyo de los Pocitos.
¿Quién fue la misteriosa - y seguramente hermosa - vecina de los extramuros
de Montevideo, a quien sus contemporáneos dieron el curioso apodo de la
"Buena Moza"?
Las referencias acerca suyo, que deben remontarse a mediados del siglo
pasado, o antes, son borrosas. Se ha dicho que tenía una chacra en el
distrito de la Aldea, probablemente en terrenos ubicados aproximadamente
donde hoy está el Hospital Militar, y que allí mantenía una capilla y un
cementerio, particular servicio piadoso que ella brindaba a su vecindario.
Los accidentes del terreno, desde el Estadio Centenario hasta Buxareo y la
rambla, desde el Hospital de Clínicas hasta Villa Dolores, son conocidos
de memoria por los montevideanos. Las calles se tuercen y se retuercen,
siguen las sinuosidades del suelo, se enredan unas con otras arrastrándose
entre eminencias y barrancos.
Muy pocos saben el porqué de tan escarpadas geografías. Sólo un puñado de
montevideanos curiosos y avispados tienen conocimiento de que ellas están
determinadas por el cauce de los arroyos perdidos y las cañadas suprimidas.
Es uno de los tantos precios de la civilización,
que Montevideo paga tal vez no tan gustoso.
Fuentes:
guiadepocitos.com
stonek.com
El Arroyo de los Pocitos
El arroyo de los Pocitos y el de la buena Moza
De las tantas corrientes montevideanas, desaparecidas por causa de las obras
de saneamiento, podemos nombrar el tradicional "Arroyo de los Pocitos" y
también el "de la buena Moza", que todavía aparecían nítidamente dibujados
en los planos de nuestra ciudad del 900.
El de los Pocitos era el famoso arroyo de las lavanderas, que llegaban hasta
él con sus atados de ropas sobre la cabeza, y los pocitos o cachimbas que se
practicaron en sus orillas dieron nombre, primero al arroyo, y luego al
"Pueblo de Nuestra Señora de los Pocitos", hoy "barrio de Pocitos".
Este arroyo nacía en un pequeño bañado o pantano ubicado en el Parque Batlle
y Ordóñez (antiguamente Parque Pereira, y antes todavía "campo chivero"),
aproximadamente entre los que son hoy el Velódromo Municipal y
la Avenida Italia.
En su tramo inicial corría de Oeste a Este y recibía las aguas de dos cañadas,
una de ellas, claramente visible en los mapas, situada en el lugar donde desde
1930 se levanta el Estadio Centenario. Luego doblaba hacia el Sur y su curso
seguía paralelo, aproximadamente, a las actuales calles Eduardo
Mac Eachen y 14 de Julio.
Próximo a la hoy esquina de las calles Dr. Bado (ex Méndez Núñez) y
14 de Julio, recibía las aguas de otro arroyito que venía reptando
sinuosamente desde el paraje de La Blanqueada y atravesaba la quinta de los
Buxareo, que después se llamó "Villa Dolores" (Zoológico Municipal).
Entonces, el curso del arroyo de los Pocitos, robustecido por tantos aportes,
continuaba tratando de ganar el Río de la Plata.
Finalmente se desplomaba desde la hoy calle Francisco Muñoz por la
pendiente de Buxareo hasta la rambla.
Un párrafo aparte merece el señalado arroyito que, después de atravesar el
actual parque zoológico de Villa Dolores, se echaba en la orilla izquierda
del arroyo de los Pocitos, a la altura de la hoy intersección de Dr. Bado
y 14 de Julio. Era éste el arroyito de la Buena Moza, también folclórico y
singular nombre perdido de Montevideo.
Se perdió el arroyito y, como siempre sucede, se olvidó el nombre.
Debemos ubicar el nacimiento de esta modesta corriente en la actual
plazuela que está delimitada por las calles Gilbert, Dr. Federico Susviela
Guarch y Dr. Joaquin Secco Illa, un par de cuadras al Sur del Hospital Militar.
Atravesaba el terreno donde ahora se levanta el Hospital de Clínicas y luego
de la hoy calle Ramón Anador se dirigía rumbo al Sur, para torcer hacia el
Oeste desembocando en el arroyo de los Pocitos.
¿Quién fue la misteriosa - y seguramente hermosa - vecina de los extramuros
de Montevideo, a quien sus contemporáneos dieron el curioso apodo de la
"Buena Moza"?
Las referencias acerca suyo, que deben remontarse a mediados del siglo
pasado, o antes, son borrosas. Se ha dicho que tenía una chacra en el
distrito de la Aldea, probablemente en terrenos ubicados aproximadamente
donde hoy está el Hospital Militar, y que allí mantenía una capilla y un
cementerio, particular servicio piadoso que ella brindaba a su vecindario.
Los accidentes del terreno, desde el Estadio Centenario hasta Buxareo y la
rambla, desde el Hospital de Clínicas hasta Villa Dolores, son conocidos
de memoria por los montevideanos. Las calles se tuercen y se retuercen,
siguen las sinuosidades del suelo, se enredan unas con otras arrastrándose
entre eminencias y barrancos.
Muy pocos saben el porqué de tan escarpadas geografías. Sólo un puñado de
montevideanos curiosos y avispados tienen conocimiento de que ellas están
determinadas por el cauce de los arroyos perdidos y las cañadas suprimidas.
Es uno de los tantos precios de la civilización,
que Montevideo paga tal vez no tan gustoso.
Fuentes:
guiadepocitos.com
stonek.com