Heraldo de Aragón 27/02/2005
Las carencias en el servicio lastran el uso del autobús para ir a la capital
La falta de horarios y la rigidez de los trayectos fomentan el uso del automóvil. Muchos ayuntamientos deben elegir entre perder dinero o estar mal comunicados.
I. ARISTU. Zaragoza | zaragoza. Uno de cada tres habitantes de los municipios que rodean Zaragoza acuden a la capital casi a diario, según una encuesta hecha pública esta semana por Ebrópolis. Esto supone que cada jornada unas 16.000 personas van y vuelven de la capital, y el 75 por ciento de ellas prefieren hacerlo en coche. La escasez de servicios, la rigidez de los recorridos y la necesidad de volver a depender del autobús una vez se llega a Zaragoza hacen que el transporte público esté muy poco implantado en el entorno de la ciudad.
La presencia del tren de cercanías es casi testimonial -sólo lo utiliza un 1 por ciento de los encuestados-, así que en los 19 municipios de la futura comarca de Zaragoza hablar de transporte equivale a hablar del autobús.
"No nos podemos engañar. Si la gente usa poco el autobús es porque lo que le ofrecemos es deficiente -opina el alcalde de Utebo, Pascual Abós-. Cada caso es diferente, no se puede comparar la situación de Cuarte con la de Zuera, pero creo que en general los autobuses del entorno de Zaragoza son caros y ofrecen pocas posibilidades".
En todos los grandes municipios de la zona los consistorios se encuentran con que las líneas regulares que adjudica la DGA son insuficientes para facilitar la movilidad de sus vecinos hacia la capital. Sin embargo, la falta de viajeros hace que la única posibilidad de crear trayectos especiales .
-siempre los mismos pero a distintas horas- sea poner dinero.
"En este campo, como en tantos otros, si los ayuntamientos queremos tener buenos servicios tenemos que pagar por ellos", explica José Manuel Monforte, concejal de Juventud de Fuentes de Ebro. Los 4.085 habitantes de esta localidad sólo tienen diez trayectos diarios para acudir a Zaragoza -justo el doble de los que hay para la vuelta-. "No nos llegan muchas quejas porque la gente no considera el autobús un servicio municipal, pero somos conscientes de que Fuentes está mal comunicado con la capital y vamos a intentar mejorar eso, pero resulta muy caro".
A más viajes, más pérdidas
En el extremo contrario se encuentra Villanueva. En esta localidad del Bajo Gállego la corporación ha decidido que merece .
la pena perder dinero -aunque sea mucho- para que sus vecinos puedan desplazarse. En la actualidad, Automóviles La Oscense les proporciona 21 salidas y 23 regresos cada día. A cambio, el Consistorio tiene que pagar a la empresa 120.000 euros cada año. "No lo consideramos un déficit, sino una inversión -dice el edil de Urbanismo del municipio, Santos Paricio-. Igual que tenemos que gastar dinero en cultura, tenemos una partida para el transporte".
Muchos responsables municipales se quejan de que en realidad el problema es un círculo vicioso: si no hay muchos viajes no hay pasajeros, pero sin pasajeros no puede haber más viajes. El caso de Cuarte demuestra que lo principal es que el ciudadano tenga la posibilidad de coger el autobús.
"Nosotros solventamos las carencias de transporte hace 10 o 12 años -explica su alcalde, Jesús Pérez-. Firmamos un convenio con Ágreda por el cual nosotros le pagamos un fijo por trayecto. Cada billete vendido nos lo descuentan, así que si la línea va bien no hay pérdida para el Ayuntamiento". Pérez reconoce que al principio tuvo un déficit de 48.000 euros anuales, pero asegura que, una vez asentado el servicio, el convenio no le cuesta dinero. Localidades como La Puebla de Alfindén ya han puesto en marcha iniciativas similares.
Pocas paradas
El otro gran problema del transporte en autobús hacia Zaragoza es la rigidez de los recorridos. Cada municipio tiene un trayecto fijo en el que suele haber pocas paradas -la mayoría de las líneas acaba en la estación de la empresa que las gestiona-. Además, una vez en Zaragoza el viajero suele tener que recurrir a TUZSA.
"Los intercambiadores y las líneas multicentros son fundamentales para que nuestros servicios de autobús sean flexibles y se adapten al ciudadano -recuerda el alcalde de Utebo-. Por eso se ha creado la Mancomunidad de Zaragoza y por eso lo primero que haremos será crear un consorcio de transporte que abarate costes y ofrezca más alternativas".
A ver si se dan prisa con el ferrocarril de Cercanías...
Las carencias en el servicio lastran el uso del autobús para ir a la capital
La falta de horarios y la rigidez de los trayectos fomentan el uso del automóvil. Muchos ayuntamientos deben elegir entre perder dinero o estar mal comunicados.
I. ARISTU. Zaragoza | zaragoza. Uno de cada tres habitantes de los municipios que rodean Zaragoza acuden a la capital casi a diario, según una encuesta hecha pública esta semana por Ebrópolis. Esto supone que cada jornada unas 16.000 personas van y vuelven de la capital, y el 75 por ciento de ellas prefieren hacerlo en coche. La escasez de servicios, la rigidez de los recorridos y la necesidad de volver a depender del autobús una vez se llega a Zaragoza hacen que el transporte público esté muy poco implantado en el entorno de la ciudad.
La presencia del tren de cercanías es casi testimonial -sólo lo utiliza un 1 por ciento de los encuestados-, así que en los 19 municipios de la futura comarca de Zaragoza hablar de transporte equivale a hablar del autobús.
"No nos podemos engañar. Si la gente usa poco el autobús es porque lo que le ofrecemos es deficiente -opina el alcalde de Utebo, Pascual Abós-. Cada caso es diferente, no se puede comparar la situación de Cuarte con la de Zuera, pero creo que en general los autobuses del entorno de Zaragoza son caros y ofrecen pocas posibilidades".
En todos los grandes municipios de la zona los consistorios se encuentran con que las líneas regulares que adjudica la DGA son insuficientes para facilitar la movilidad de sus vecinos hacia la capital. Sin embargo, la falta de viajeros hace que la única posibilidad de crear trayectos especiales .
-siempre los mismos pero a distintas horas- sea poner dinero.
"En este campo, como en tantos otros, si los ayuntamientos queremos tener buenos servicios tenemos que pagar por ellos", explica José Manuel Monforte, concejal de Juventud de Fuentes de Ebro. Los 4.085 habitantes de esta localidad sólo tienen diez trayectos diarios para acudir a Zaragoza -justo el doble de los que hay para la vuelta-. "No nos llegan muchas quejas porque la gente no considera el autobús un servicio municipal, pero somos conscientes de que Fuentes está mal comunicado con la capital y vamos a intentar mejorar eso, pero resulta muy caro".
A más viajes, más pérdidas
En el extremo contrario se encuentra Villanueva. En esta localidad del Bajo Gállego la corporación ha decidido que merece .
la pena perder dinero -aunque sea mucho- para que sus vecinos puedan desplazarse. En la actualidad, Automóviles La Oscense les proporciona 21 salidas y 23 regresos cada día. A cambio, el Consistorio tiene que pagar a la empresa 120.000 euros cada año. "No lo consideramos un déficit, sino una inversión -dice el edil de Urbanismo del municipio, Santos Paricio-. Igual que tenemos que gastar dinero en cultura, tenemos una partida para el transporte".
Muchos responsables municipales se quejan de que en realidad el problema es un círculo vicioso: si no hay muchos viajes no hay pasajeros, pero sin pasajeros no puede haber más viajes. El caso de Cuarte demuestra que lo principal es que el ciudadano tenga la posibilidad de coger el autobús.
"Nosotros solventamos las carencias de transporte hace 10 o 12 años -explica su alcalde, Jesús Pérez-. Firmamos un convenio con Ágreda por el cual nosotros le pagamos un fijo por trayecto. Cada billete vendido nos lo descuentan, así que si la línea va bien no hay pérdida para el Ayuntamiento". Pérez reconoce que al principio tuvo un déficit de 48.000 euros anuales, pero asegura que, una vez asentado el servicio, el convenio no le cuesta dinero. Localidades como La Puebla de Alfindén ya han puesto en marcha iniciativas similares.
Pocas paradas
El otro gran problema del transporte en autobús hacia Zaragoza es la rigidez de los recorridos. Cada municipio tiene un trayecto fijo en el que suele haber pocas paradas -la mayoría de las líneas acaba en la estación de la empresa que las gestiona-. Además, una vez en Zaragoza el viajero suele tener que recurrir a TUZSA.
"Los intercambiadores y las líneas multicentros son fundamentales para que nuestros servicios de autobús sean flexibles y se adapten al ciudadano -recuerda el alcalde de Utebo-. Por eso se ha creado la Mancomunidad de Zaragoza y por eso lo primero que haremos será crear un consorcio de transporte que abarate costes y ofrezca más alternativas".
A ver si se dan prisa con el ferrocarril de Cercanías...