III Edición del Thread Aerolíneas | Líneas Aéreas Extranjeras en Venezuela
Ediciones anteriores:
II Edición -
I Edición
Lista de recopilación de la II Edición...
Aeropuerto Simon Bolivar Internacional:
Air Canada (Airbus A319)
Air Europa (Airbus A330)
Air France (Boeing 747 428, temporalmente un A340* low season)
Alitalia (Boeing 767)
American Airlines (Boeing 737, 752 y Airbus A300)
Aerolineas Argentinas (Airbus A310)
Avianca (MD - 83, Boeing 767, 757, Fokker 100)
Continental Airlines (Boeing 737 800)
Copa Airlines (Boeing 737)
Cubana (Ilyushin Il-96-300)
Delta Airlines (Boeing 757, 737 800)
Dutch Antilles Express (ATR 42 500)
Iberia (Airbus A340 313X, Airbus A340 600)
Lacsa (Taca) (Airbus A320, Airbus A321)
LAN Chile (Boeing 767, Airbus A319, A320)
LAN Perú (Airbus A319)
Lloyd Aero Boliviano ( Boeing 737 o 727)
Lufthansa (Airbus A340 313X)
Mexicana (Airbus A320)
Taca Perú (Taca) (A319 madrugada y A321 Tarde)
TAM (Airbus A320.. Proximamente Airbus A330)
Tap (Airbus A330)
Varig (Boeing 767)
Aeropuerto Internacional Arturo Michelena:
Avianca ( Fokker 100)
Dae ( ATR 42 O Fokker 100)
Insel Air ( MD - 80)
Aeropuerto Internacional La Chinita:
Aires Colombia (Dash 8)
American Airlines (Boeing 757)
Copa Airlines (Boeing 737 700)
Aeropuerto Internacional Josefa Camejo:
Insel Air (MD 83)
Compañía brasileña ofrece US$1.500 millones para comprar Alitalia
Una empresa brasileña de reestructuración ofreció EUR1.000 millones (US$1.500 millones) por la atribulada aerolínea italiana Alitalia, informó el miércoles un alto ejecutivo de la compañía.
Multi-Long Corp., empresa que intentó sin éxito comprar la aerolínea Varig hace dos años, propuso la adquisición al gobierno italiano y a las autoridades reguladoras europeas, informó el presidente ejecutivo de la compañía, Michael Breslow.
Funcionarios italianos no emitieron comentarios inmediatamente y representantes de Alitalia no pudieron ser contactados para comentar al respecto. Breslow reconoció que su compañía no tiene experiencia en la administración de aerolíneas, pero señaló que el problema de Alitalia es que necesita financiamiento.
"Me preguntaron su tenía experiencia en aviación. Dijimos que no", señaló Breslow. "Pero uno más uno es dos, y nosotros sabemos de números".
El ejecutivo agregó que Multi-Long no tiene un financiamiento establecido para la compra, pero cree que podría obtenerlo de bancos europeos y brasileños.
El electo primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, tuvo diferencias el martes con la Unión Europea al amenazar con nacionalizar Alitalia, si la UE bloquea un préstamos del gobierno para prevenir la quiebra de la aerolínea.
Berlusconi señaló que está tratando de reunir a inversionistas privados para tomar el control de la participación del 49,9% que tiene el Tesoro italiano en Alitalia. Pero también indicó que el ferrocarril de propiedad estatal podría comprar la aerolínea.
La unión Europea está evaluando si EUR300 millones (US$469 millones) en fondos de emergencia del gobierno italiano para Alitalia infringen las reglas de la UE.
Fuente: AmericaEconomia
Despegue de Avianca en Valencia:
El ‘caso Alitalia’
Enrique Badía
Entre las cosas que la Unión Europea (UE) no parece tener resueltas sobresale la escasa, prácticamente nula eficacia correctora del hábito con que algunos gobiernos nacionales vierten ayudas de Estado que subvierten la libre competencia que aseguran patrocinar.
Aunque no vaya a ser el primer caso, el porvenir de Alitalia va camino de convertirse en un nuevo desafío para las autoridades de Bruselas en su teórico cometido de asegurar el cumplimiento de lo dispuesto en los tratados. Sumida en una situación de práctica quiebra, con unas pérdidas aproximadas de un millón de euros diarios, la aerolínea italiana acaba de recibir un crédito puente de 300 millones de euros, otorgado por el Estado, todavía propietario de casi la mitad de su capital y el próximo Gobierno ya ha anticipado que no descarta proceder a una renacionalización.
De momento, la Comisión Europea se ha limitado a abrir una investigación sobre el asunto, pero ya ha recibido veladas amenazas desde Roma: con una contundencia digna de mejor causa, el futuro primer ministro, Silvio Berlusconi, ha exigido a Bruselas que no enrede ni obstaculice el derecho que asiste a Italia de tener una compañía de bandera propia (sic), lo que parece anticipar una posición favorable a que la aerolínea continúe bajo el paraguas del presupuesto estatal y por tanto anular el concurso de venta abierto por el Ejecutivo Prodi que se dispone a relevar.
La verdad es que el intento de vender Alitalia despertó escaso entusiasmo. No animó más pretendiente que KLM-Air France, finalmente adjudicatario, pero las condiciones impuestas por los sindicatos y algunas autoridades locales acabaron provocando la retirada del consorcio franco-holandés. En esencia, el colectivo laboral no estaba dispuesto a renunciar a uno solo de sus abundantes privilegios ni los políticos milaneses aceptaban el proyecto de concentrar en Roma-Fiumicino el único hub de la compañía, en detrimento de la relativa duplicidad y preeminencia asignada a Milán-Malpensa.
Pese a la airada reacción de Berlusconi, más de una experiencia previa más o menos similar sugiere que Bruselas suele tener poca capacidad para impedir la aportación de dinero público a empresas incapaces de sobrevivir en el mercado sin él. Todo lo más, logran emitir una condena tardía, más que efectiva, moral.
Ocurrirá, pues, que Alitalia, provista de cobertura financiera con cargo a fondos públicos, seguirá compitiendo y restando mayor o menor cuota de mercado a otras aerolíneas en las que inversores privados se juegan su dinero sin más protección que las capacidades de quienes las gestionan y el empeño profesional de quienes trabajan en ellas. Podrá, por ejemplo, adentrarse en el segmento de vuelos de bajo precio, sin necesidad de ajustar sus costes en correspondencia con los ingresos que pueda obtener.
Aunque tampoco es fácil que surjan candidatos a lanzar la primera piedra contra este tipo de prácticas. Algunas administraciones territoriales, incluida más de una española, suelen otorgar subsidios y compensaciones a compañías aéreas para la apertura o el mantenimiento de determinadas rutas, o para que centren su operación en algún aeropuerto concreto, en detrimento de los demás. Lo que no obsta para que, unos y otros, sigan presumiendo de ser partidarios de la libre competencia y quejándose cuando hacen lo mismo… los demás.
Desde: Estrella Digital