Y si la historia contemporánea sale directamente de la vida, también de la vida directamente surge aquella que suele llamarse "no contemporánea" porque es evidente que sólo un interés de la vida presente puede mover a indagar un hecho pasado; el cual en cuanto se unifica con un interés de la vida presente no responde a un interés pasado sino presente. La única verdadera historia es historia contemporánea.