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De clarín.
TRANSFORMACIONES URBANAS : LAS BODEGAS GIOL EN PALERMO, LA ESTACION BUENOS AIRES DE BARRACAS Y EL PLAYON DE LA ESTACION LINIERS
Planean urbanizar tres grandes zonas de playones ferroviarios
Los proyectos, que deben ser aprobados por la Legislatura porteña, contemplan mudar instituciones educativas, levantar viviendas y abrir calles. Hoy estos terrenos son inseguros y cortan al medio los barrios.
Pablo Novillo
[email protected]
Son las últimas grandes reservas de tierra de la Capital. Sin embargo, a pesar de su alto valor inmobiliario y estratégico, los playones ferroviarios de las estaciones Buenos Aires, Palermo y Liniers lo único que muestran hoy es oscuridad, mugre, olvido. Pero ahora hay un nuevo impulso para cambiarles la cara. El Estado ya tiene proyectos arquitectónicos para urbanizar esos terrenos, y construir viviendas, museos, espacios verdes y, sobre todo, sedes para instituciones universitarias y científicas.
Los playones pertenecen al Organismo Nacional Administrador de Bienes del Estado (ONABE), que heredó las propiedades ferroviarias que no entraron dentro de las privatizaciones. "Las tierras están, y tanto la Nación como la Ciudad tienen necesidad de aprovecharlas. Vinimos trabajando para buscar consensos con las instituciones y vecinos, para que los proyectos no fracasaran. Esas tierras cortan a los barrios a la mitad, hay que integrarlos a la trama urbana", aseguró Amalia Canale, gerenta técnica de ONABE.
Huella de un pasado en el que la actividad ferroviaria era pujante, los playones hoy se convirtieron en focos de problemas y habituales quejas de los vecinos. Por eso, la importancia de las iniciativas no termina en los playones. Al construir edificios públicos y viviendas, las zonas vecinas a los terrenos ferroviarios, hoy deprimidas, comenzarían a verse transitadas por miles de personas, lo que repercutiría favorablemente en el comercio y la actividad inmobiliaria en los barrios.
Acaso el proyecto más esperado sea el del playón de Palermo, que incluye a las ex bodegas Giol. En pleno corazón del barrio, este edificio fue abandonado en 1989, intrusado por 200 familias y violentamente desalojado en 1994 dejando un esqueleto de cuatro pisos y vías que siguen muertos.
Oscar Pulice, subgerente comercial de ONABE, explicó: "El edificio de la Giol será convertido en una sede para el Conicet, la Secretaría de Ciencia y Tecnología y la Agencia Nacional de Promoción de la Ciencia y la Tecnología. En el resto del terreno, del lado de Godoy Cruz habrá edificios de seis pisos con departamentos y comercios, y sobre Juan B. Justo, torres. En el interior del playón, que tiene casi 130.000 m2, habrá un parque y un museo de ciencias. Además, las calles Guatemala, Soler, Nicaragua, Costa Rica y El Salvador quedarán abiertas como pasos peatonales".
Otra iniciativa es para el playón de Liniers, una franja de 463.000 m2. En primer lugar, junto a la estación, entre Barragán y Cuzco, se montará un centro de trasbordo de colectivos. Luego, en el playón propiamente dicho, habrá una sala de salud. En medio del terreno correrá el bulevar Francisco de Viedma, y a uno de sus costados estará el complejo del Instituto Universitario Nacional de Arte, que hoy funciona en más de 20 sedes. Por último, hacia el lado que da a Rivadavia levantarán viviendas y comercios.
El tercer proyecto es el que involucra al playón de la estación Buenos Aires. El terreno, de 23 hectáreas, será dividido en dos, por la apertura de la calle Suárez, que unirá Vélez Sársfield con Labardén. La franja que da hacia Olavarría, donde queda la estación, será ocupada por la Universidad Tecnológica Nacional. La otra franja, más cerca de la cancha de Huracán, tiene por ahora dos posibles usos: viviendas sociales para clase media o un "polo cinematográfico industrial".
¿Cómo se financiarán estos proyectos? Según el ONABE, para que las iniciativas sean realizables es necesario vender parte de la tierra a privados, ya que el organismo no puede regalar propiedades públicas. Ese dinero se utilizaría para un fondo especial de recuperación ferroviaria. En tanto, los edificios universitarios serán pagados por el Estado.
A su vez, para poder construir es necesario que la Legislatura porteña lo autorice. El diputado Alvaro González, macrista y presidente de la Comisión de Planeamiento Urbano, comentó: "Estamos al tanto de las ideas del ONABE, pero el Ejecutivo porteño aún no nos envió los proyectos de ley para tratarlos". Fuentes del Ministerio porteño de Obras Públicas informaron que "los proyectos están en elaboración, pero no hay fechas definidas". En el ONABE, en tanto, comentaron que esperan que la zonificación se defina "este año", para lanzar las licitaciones el año entrante.
En contra de levantar viviendas
Los especialistas en arquitectura y urbanismo aprueban que se aprovechen los playones ferroviarios en la Ciudad, pero no están de acuerdo con que se empleen para hacer viviendas.
Carlos Lebrero, director de la carrera de Gestión Ambiental Metropolitana de la facultad de Arquitectura de la UBA, le señaló a Clarín: "Ya que son terrenos que vienen del transporte, creo que ése debería ser su principal uso. La Ciudad tiene deficiencias en cuanto a logística y carga y descarga, y usar los playones para solucionarlas sería correcto. En segundo lugar, deberían aprovecharse para espacios verdes y edificios con fines culturales o educativos. ¿Viviendas? Si se las puede evitar, mejor".
En el mismo sentido se pronunció Virginia Laboranti, experta en paisajismo. "Los edificios que están en los playones deben usarse para actividades sociales, y el resto, todo espacio verde. En Buenos Aires nos falta espacio verde, y es vital para la salud física y mental".

TRANSFORMACIONES URBANAS : LAS BODEGAS GIOL EN PALERMO, LA ESTACION BUENOS AIRES DE BARRACAS Y EL PLAYON DE LA ESTACION LINIERS
Planean urbanizar tres grandes zonas de playones ferroviarios
Los proyectos, que deben ser aprobados por la Legislatura porteña, contemplan mudar instituciones educativas, levantar viviendas y abrir calles. Hoy estos terrenos son inseguros y cortan al medio los barrios.
Pablo Novillo
[email protected]
Son las últimas grandes reservas de tierra de la Capital. Sin embargo, a pesar de su alto valor inmobiliario y estratégico, los playones ferroviarios de las estaciones Buenos Aires, Palermo y Liniers lo único que muestran hoy es oscuridad, mugre, olvido. Pero ahora hay un nuevo impulso para cambiarles la cara. El Estado ya tiene proyectos arquitectónicos para urbanizar esos terrenos, y construir viviendas, museos, espacios verdes y, sobre todo, sedes para instituciones universitarias y científicas.
Los playones pertenecen al Organismo Nacional Administrador de Bienes del Estado (ONABE), que heredó las propiedades ferroviarias que no entraron dentro de las privatizaciones. "Las tierras están, y tanto la Nación como la Ciudad tienen necesidad de aprovecharlas. Vinimos trabajando para buscar consensos con las instituciones y vecinos, para que los proyectos no fracasaran. Esas tierras cortan a los barrios a la mitad, hay que integrarlos a la trama urbana", aseguró Amalia Canale, gerenta técnica de ONABE.
Huella de un pasado en el que la actividad ferroviaria era pujante, los playones hoy se convirtieron en focos de problemas y habituales quejas de los vecinos. Por eso, la importancia de las iniciativas no termina en los playones. Al construir edificios públicos y viviendas, las zonas vecinas a los terrenos ferroviarios, hoy deprimidas, comenzarían a verse transitadas por miles de personas, lo que repercutiría favorablemente en el comercio y la actividad inmobiliaria en los barrios.
Acaso el proyecto más esperado sea el del playón de Palermo, que incluye a las ex bodegas Giol. En pleno corazón del barrio, este edificio fue abandonado en 1989, intrusado por 200 familias y violentamente desalojado en 1994 dejando un esqueleto de cuatro pisos y vías que siguen muertos.
Oscar Pulice, subgerente comercial de ONABE, explicó: "El edificio de la Giol será convertido en una sede para el Conicet, la Secretaría de Ciencia y Tecnología y la Agencia Nacional de Promoción de la Ciencia y la Tecnología. En el resto del terreno, del lado de Godoy Cruz habrá edificios de seis pisos con departamentos y comercios, y sobre Juan B. Justo, torres. En el interior del playón, que tiene casi 130.000 m2, habrá un parque y un museo de ciencias. Además, las calles Guatemala, Soler, Nicaragua, Costa Rica y El Salvador quedarán abiertas como pasos peatonales".
Otra iniciativa es para el playón de Liniers, una franja de 463.000 m2. En primer lugar, junto a la estación, entre Barragán y Cuzco, se montará un centro de trasbordo de colectivos. Luego, en el playón propiamente dicho, habrá una sala de salud. En medio del terreno correrá el bulevar Francisco de Viedma, y a uno de sus costados estará el complejo del Instituto Universitario Nacional de Arte, que hoy funciona en más de 20 sedes. Por último, hacia el lado que da a Rivadavia levantarán viviendas y comercios.
El tercer proyecto es el que involucra al playón de la estación Buenos Aires. El terreno, de 23 hectáreas, será dividido en dos, por la apertura de la calle Suárez, que unirá Vélez Sársfield con Labardén. La franja que da hacia Olavarría, donde queda la estación, será ocupada por la Universidad Tecnológica Nacional. La otra franja, más cerca de la cancha de Huracán, tiene por ahora dos posibles usos: viviendas sociales para clase media o un "polo cinematográfico industrial".
¿Cómo se financiarán estos proyectos? Según el ONABE, para que las iniciativas sean realizables es necesario vender parte de la tierra a privados, ya que el organismo no puede regalar propiedades públicas. Ese dinero se utilizaría para un fondo especial de recuperación ferroviaria. En tanto, los edificios universitarios serán pagados por el Estado.
A su vez, para poder construir es necesario que la Legislatura porteña lo autorice. El diputado Alvaro González, macrista y presidente de la Comisión de Planeamiento Urbano, comentó: "Estamos al tanto de las ideas del ONABE, pero el Ejecutivo porteño aún no nos envió los proyectos de ley para tratarlos". Fuentes del Ministerio porteño de Obras Públicas informaron que "los proyectos están en elaboración, pero no hay fechas definidas". En el ONABE, en tanto, comentaron que esperan que la zonificación se defina "este año", para lanzar las licitaciones el año entrante.
En contra de levantar viviendas
Los especialistas en arquitectura y urbanismo aprueban que se aprovechen los playones ferroviarios en la Ciudad, pero no están de acuerdo con que se empleen para hacer viviendas.
Carlos Lebrero, director de la carrera de Gestión Ambiental Metropolitana de la facultad de Arquitectura de la UBA, le señaló a Clarín: "Ya que son terrenos que vienen del transporte, creo que ése debería ser su principal uso. La Ciudad tiene deficiencias en cuanto a logística y carga y descarga, y usar los playones para solucionarlas sería correcto. En segundo lugar, deberían aprovecharse para espacios verdes y edificios con fines culturales o educativos. ¿Viviendas? Si se las puede evitar, mejor".
En el mismo sentido se pronunció Virginia Laboranti, experta en paisajismo. "Los edificios que están en los playones deben usarse para actividades sociales, y el resto, todo espacio verde. En Buenos Aires nos falta espacio verde, y es vital para la salud física y mental".
