Esto me lo encontre en las columnas del tiempo, aqui se los dejo.
Epifanio Mejía, junto con Gregorio Gutiérrez González, poeta insigne de la antioqueñidad, escribía en 1864 (Antioquia o la mano de Dios):
¿Hay tiranos también en esta tierra / y el terror es allí cual lago inmenso / que al caerle un peñasco de una cumbre / se agita salpicando los extremos / (...) salpican hasta el palio de los cielos¿.
¿Descripción o profecía? No lo sé, pero todavía sus don Bernas, don Pablos y don Manueles salpican hasta el palio de los cielos. No voy a caer en la estupidez de generalizar características por regiones pero, ¿alguien ha oído hablar de los cundinamarqueses? Seguro que no. Hay una tendencia clara en Colombia a hablar ¿con connotaciones generalizantes¿de nariñenses o pastusos, de vallunos y costeños y también de llaneros, guajiros y bogotanos (especie esta última que ya ni siquiera existe). A los santandereanos (norte y sur) también los caracterizamos. Pero sin lugar a dudas ¿a pesar de que desde la deslanuda costa se les considere también cachacos, los paisas son muy paisas y tienen en sus manos el país a sus pies.
Años atrás, no recuerdo cuántos, los paisas (los antioqueños, pues también los hay en el Viejo Caldas) reclamaban una Antioquia Federal. Hoy en día, como dije, el país está en sus manos. En el gobierno y en la oposición (el niño Dios y papá Noel), en las grandes industrias, e infortunadamente también en la insurgencia y en la delincuencia.
¿Preparémonos para predicar en las montañas antioqueñas. Esto es seguro. Habrá una dictadura sombría, de bogotanos con calzones perfumados, y la combatiremos con los himnos del loco Epifanio. Porque, ante todo, somos libres en Antioquia y reclamamos la ¿tiranía activa¿. Si hubiese dictadura, que sea nuestra¿.
Apartes de este párrafo pudieron haber sido escritos por José Obdulio Gaviria y recitados por el presidente Uribe. Pero no, fueron escritos hace más o menos setenta años por Fernando González, el Nietzsche de Envigado, el abuelo del nadaísmo ¿movimiento que no salió con nada distinto de unos viejos conversos¿ y yerno del presidente Carlos E. Restrepo, a quien le lagarteó años de manera muy bogotana y perfumada. Como vemos, Fernando González también resultó profeta a la manera de su maestro ¿ya citado¿ el loco Epifanio.
Por fortuna no se nos federalizó Antioquia y, por el contrario, fue Colombia la que se antioqueñizó con todo lo bueno y lo malo que ello pueda significar. Recomiendo, eso sí, bajarse del caballo y desempolvar la ruana para poder gobernar porque la finquita se hizo grande. Para terminar, otra cita de las Cartas a Estanislao con alto contenido profético.
¿En Sudamérica hay marxistas, bolcheviques, izquierdismos y derechismos, nombres de absoluta vanidad en tierras que no han principiado a vivir. La diferencia está en que Colombia tiene variedad de sangres, de riquezas, de problemas e inquietudes; cada departamento es ante nosotros un país; sobre todo, Colombia tiene al Departamento de Antioquia, vasco y judío, pueblo fecundo y trabajador que va unificando poco a poco a la República y que reniega la vanidad...¿.
Mauricio Pombo