DETROIT "EL AGUJERO NEGRO DE AMERICA"
En Detroit la pobreza no es un juego
Pese al Super Bowl, tiene problemas
Univision Online
DETROIT, Michigan - Si algo representa los numerosos problemas de Detroit, es el Teatro Michigan. Ubicado en el centro de la ciudad, fue un suntuoso centro cinematográfico de más de 4 mil butacas con elaboradas bóvedas y candelabros. Actualmente los restos dilapidados albergan un estacionamiento. La urbe anfitriona del Super Bowl tiene mucho que superar
Pobreza, crimen y abandono
Detroit lleva años combatiendo uno de los niveles de crimen más altos de Estados Unidos (incluyendo una tasa de homicidios, 43 por cada 100 mil habitantes, que es ocho veces mayor que la norma urbana nacional), compaginado con una tasa de desempleo que sólo es superada por Nueva Orleáns.
El ayuntamiento de Detroit, que hace lo posible para no declararse en bancarrota, ha anunciado enormes recortes en servicios, reducción de cientos de empleos, el cierre de nueve centros de recreación y las reducciones del transporte municipal.
La historia de cómo esta esplendorosa y magna urbe de más de dos millones cayó en un ciclo de decrepitud es clásica: a principios de los años 50, los suburbios de la ciudad ofrecían numerosos alicientes para empresas y vivienda cómoda y relativamente barata. La población blanca de la ciudad no tardó en salir.
En 1950, más del 80 por ciento de la población de Detroit era blanca, actualmente más del 80 por ciento es negra.
Los resultados no se dejaron esperar, una reducción de servicios municipales, causada por menores recaudaciones tributarias. Poco a poco joyas arquitectónicas como el Teatro Michigan, La Torre Broderick y otros en las zonas de Woodward y Grand Circus Park fueron cayendo en desuso o ante el derrumbe por abandono.
Aunque varios esfuerzos intentaron rescatar el centro de la ciudad a finales de los años 1970 (en 1977 General Motors ocupó gran parte del Rennaisance Center, un espacio de oficinas nuevo de 5.5 millones de pies cuadrados), la ciudad pronto tocó fondo. En 1991, se cometieron nada menos que 615 homicidios en la ciudad, que ganó a capa y espada el título de la más peligrosa de Estados Unidos.