Economistas, sindicatos y Fade alertan del peligro que supone la caída de población para Asturias
Los empresarios advierten de que la región perderá un 6% de consumidores si se cumplen las previsiones del INE Economistas y sindicatos califican la bajada del millón de habitantes como «bomba demográfica» difícil de frenar
LAURA FONSECA/GIJÓN
La pérdida de población en Asturias que, según proyecciones del Instituto Nacional de Estadística (INE), oscilará entre 44.000 y 58.000 habitantes hasta 2017 provocará «graves daños» en el tejido productivo. Eso es lo que opinan economistas, empresarios y sindicatos consultados por este periódico. Según advierten, el Principado afrontará en las dos próximas décadas un periodo negro, pues todas las variantes con las que se mide la riqueza de una comunidad autónoma -población, tasas de envejecimiento, natalidad e inmigración- tendrán un comportamiento negativo.
De hecho, los expertos llegan a hablar de una «bomba demográfica» difícil de frenar: «Seremos una región vieja, empobrecida y sin ningún tipo de dinamismo económico», indicó la catedrática de Economía Cuantitativa de la Universidad de Oviedo, Montserrat Díaz Fernández.
«Mala salud»
Para esta economista, Asturias «goza de una mala salud demográfica», algo que «no es nuevo». Las proyecciones hechas públicas por el INE, que indican que el Principado será la región española que más población perderá en 15 años, no le han sorprendido. «Confirman una tendencia ya conocida», precisó. Situarse al borde del millón de habitantes, panorama que el INE plantea para el 2017, cuando asegura que habrá en Asturias 1.003.860 personas, «nos convertirá, tal vez, en la comunidad menos próspera de España. No habrá ningún atractivo económico, la gente joven seguirá marchando de la región, la tasa de natalidad continuará bajando y aumentará la cifra de personas mayores de 65 años».
Aumentará el desempleo , y una recuperación de la economía regional sería posible y viable en un plazo de 20 años , como mínimo según los economístas .
Este desolador panorama es compartido por Isidro Sánchez, profesor de Economía Aplicada: «Está claro de que la pérdida pronunciada de población frenará cualquier posibilidad de dinamismo económico, provocando un grave daño en el tejido productivo», señaló. Sánchez es coautor de una de las pocas proyecciones poblacionales elaboradas en Asturias, 'Tendencias demográficas y planificación económica 1996-2026'. Ya entonces, «hablábamos de un importante descenso de habitantes, algo más pronunciado, ya que no se preveía el efecto de la inmigración».
Precisamente, la entrada de extranjeros, una tendencia que «está provocando un vuelco en el resto de España», apenas se nota en Asturias. A diferencia de autonomías como Baleares, Valencia o Madrid, donde la inmigración supone ya una décima parte de su población, en la región apenas representa el 2,5%. «No logramos repuntar ni con la aportación de extranjeros», apostilló su homóloga Montserrat Díaz Fernández.
Futuro hipotecado
Los datos del Instituto de Estadística echan por tierra las pocas expectativas de recuperación que sociólogos y especialistas en demografía mantenían para la comunidad tras las cifras del censo de 2002, cuando la población había ganado poco más de 800 personas. La todavía baja natalidad, la escasa llegada de inmigrantes y el cada vez mayor peso de la población envejecida la convierten en la autonomía con peores perspectivas demográficas.
El director del Centro de Información de Trabajadores Extranjeros (Cite) de Comisiones Obreras, Juan José Palacios, cree que el Principado «tiene el futuro hipotecado. La realidad es la que es y no hay varitas mágicas», advirtió. Las estadísticas le dan la razón, ya que no solo perderá población, sino que será el territorio más afectado con respecto a otros que han sufrido hasta la fecha igual suerte. Así, mientras Asturias perderá entre un 4 y un 5,5% de sus residentes, Galicia y Castilla y León lo harán en sólo un 2%.
Internacionalización
Los empresarios han hecho ya sus propios cálculos. Según el secretario general de la Federación de Empresarios de Asturias (Fade), Alberto González, «este descenso de población supondría perder casi un 6% de los consumidores, con las consecuencias negativas que ello tendría sobre la economía regional».
El sector cree que ante esta situación, el Gobierno regional «debería incentivar la internacionalización de las empresas asturianas, pues la demanda interna no está en condiciones de tirar de la economía».