Cepesma y Coutant acuerdan la creación de un centro de recuperación animal único en E
El convenio entre ambas entidades se firmará en setiembre y permitirá a la coordinadora la utilización de un espacio diferenciado dentro del acuario Los primeros peces llegarán a la instalación de Poniente a finales de octubre
M. MORO/GIJÓN
La Coordinadora para el Estudio y la Protección de las Especies Marinas de Asturias (Cepesma) y Coutant, la firma adjudicataria del acuario de Gijón, han llegado a un acuerdo para crear en la futura instalación de Poniente un centro de recuperación animal único en España por sus características.
El presidente de la coordinadora, Luis Laria, y el director general de la empresa francesa, Philippe Lacaze, mantuvieron un encuentro personal el pasado mes de julio en la ciudad para consensuar las cláusulas de un convenio que ya está redactado y que ambas entidades firmarán en setiembre.
En virtud de ese acuerdo de colaboración, el acuario gijonés se convertirá en el primero de todo el país que nacerá dotado de una infraestructura específica destinada a la curación de aves, tortugas, cetáceos y mamíferos marinos heridos. «En otras ciudades, algunas ONGs, por su falta de medios, colaboran con los acuarios para poder llevarles los animales con problemas que recogen en la costa; pero con la filosofía del acuario de Gijón no hay ahora mismo nada parecido en España», confirma Luis Laria.
Cepesma dispondrá de un espacio diferenciado dentro del equipamiento de ocio para no interferir con la actividad de su equipo de veterinarios, biólogos y naturistas en el funcionamiento del resto de la instalación. Las dependencias de la coordinadora ocuparán parte del espigón situado más al Norte -el que mira hacia El Musel y a la playa de El Arbeyal-. Allí trabajará propiamente el área de recuperación de animales, que se complementará con un edificio anexo que albergará una zona quirúrgica y otra de cuarentena para las especies varadas o enfermas. La coordinadora de proyectos del Ayuntamiento de Gijón, Susana de la Rubia, también destaca la singularidad del centro gestionado por el Cepesma «por su envergadura y potencia».
Un segundo aspecto que recogerá el convenio que suscribirán la coordinadora asturiana y Coutant es el reparto de competencias entre las dos entidades para compartir la parte de educación ambiental y divulgación del acuario: charlas, visitas escolares y talleres.
Por otra parte, el plan para la llegada escalonada de los futuros habitantes del acuario -más de 1.000 animales de 400 especies diferentes- hasta la apertura al público de la instalación en la primavera de 2006 ya tiene plazos. Los primeros animales llegarán a Gijón entre finales de octubre y comienzos de noviembre, según vayan teniendo listos sus hogares. A partir de esa fecha los especialistas de Coutant empezarán a trabajar de forma ininterrumpida con las dos salas de cuarentena, la destinada a peces de agua fría y la que se ocupará de especímenes de aguas cálidas.
Especímenes con estrés
Mientras se verifica que los animales vienen sin enfermedades y han superado el estrés que les genera a la mayoría el viaje, se realizarán las denominadas pruebas de estanqueidad en los tanques del acuario. Estas pruebas de resistencia consisten en el llenado y vaciado del agua de las peceras, para comprobar el sellado con silicona de los acrílicos y acreditar que no existen fisuras.
Muchos de los ejemplares que se traerán a Gijón llegarán en un tamaño pequeño, casi crías, procedentes de otros acuarios de la red que tiene Coutant en todo el mundo -explica la coordinadora del proyecto en el Ayuntamiento- y algunos se pescarán 'ex profeso'.
Tras superar la cuarentena, los animales serán llevados a sus respectivas peceras para que empiecen a adaptarse a su casa de estreno. En tanto se hacen al espacio que van a habitar, los especímenes en cautividad mantienen una actitud huidiza y tienden a esconderse. Por este motivo, según Susana de la Rubia, «es fundamental» que se hagan durante un determinado tiempo a su nuevo hábitat antes de exhibirse ante el público.
Quienes no necesitarán periodo de cuarentena y, según De la Rubia, se convertirán en las 'estrellas' del acuario nada más llegar son las colonias de pingüinos del estrecho de Magallanes. «Será un verdadero espectáculo verlos zambullirse desde su propia playa», adelanta.