UNA DECADA ESPERANDO .............
A casi 10 años del comienzo de la ejecución de las obras en el edificio destinado a hotel, adyacente al Mendoza Plaza Shopping, dado que se comenzó a construir en agosto de 1998, y se proyectaba su inauguración para agosto de 2000.
Hotel y Casino (Hocsa) fue el propietario del hotel con la marca y operación hotelera de la cadena Marriott.
El manejo del casino estaría a cargo de Marbella Casino, de España.
Pero ………. Visitar el Mendoza Plaza Shopping y, de paso, jugar en alguna máquina tragamonedas del casino del hotel contiguo no será posible, por lo menos durante el año 2008.
La monumental mole gris que fue construida para albergar un hotel cinco estrellas seguirá allí, inerte, sin cambios, a pedido de sus dueños.
Es que la empresa KLP de Rafael Garfunkel, la compradora, quien también opera la cadena de hoteles Meliá, le pidió en junio del año pasado al ex gobernador Julio Cobos que dejara en suspenso los plazos que debía cumplir para terminar las obras.
Estos plazos están establecidos taxativamente en la Ley 5.775 y consisten en terminar la obra luego de tres años del efectivo inicio de los trabajos.
En principio, el Ejecutivo de la provincia, a través del decreto Nº 1.512/05, autorizó a Rafael Garfunkel a explotar el hotel 5 estrellas con la apertura de un casino. Pero en el mismo decreto, le impuso un período efectivo de 60 días para empezar a construir la obra, a partir de la notificación. Es decir, la obra debió continuar su marcha a fines del 2005 para concluir a mediados del 2008.
En aquel momento la empresa realizó algunos movimientos dentro del hotel para dar cumplimiento a lo dispuesto por las autoridades provinciales de entonces, pero no avanzó demasiado.
En febrero del año 2006, el propio Garfunkel anunciaba ante la prensa porteña que el emprendimiento estaría en funcionamiento a mediados del 2007. Pero algo inesperado sucedió.
La organización civil Preconsumer demandó al Estado provincial para frenar la habilitación de nuevas salas de juego.
Esta ONG, junto con una empleada del Casino de Mendoza y la madre de un discapacitado, argumentaron diferentes razones: Preconsumer dijo que la inauguración de nuevos casinos fomentaría una adicción conocida como ludopatía. En el caso de la empleada del Casino, que su salario sería perjudicado, porque éste está compuesto en parte por las ganancias que obtiene esa sala de juegos. Y la mamá del discapacitado, que el Estado no invertiría lo suficiente en programas de salud.
La demanda fue interpuesta ante el Juzgado Civil Nº 23 a cargo de Fabiana Martinelli, quien hizo lugar al reclamo en febrero del 2007. Determinó, además, una medida de no innovar hasta tanto no sea resuelto el problema de fondo, es decir, si la Provincia debe o no habilitar nuevos casinos.
Algunos meses después, en junio del 2007, Garfunkel visitó a Julio Cobos para que congelara los plazos de la obra hasta que se resolviera la acción judicial, porque la misma había ahuyentado a un grupo de inversores.
Cobos accedió al pedido del empresario hotelero a través del decreto Nº2.914 de octubre del 2007. Pero el ex gobernador dejó por sentado en la norma que esos tiempos correrían de inmediato en cuanto se levantara la medida cautelar.
Por el momento, resta esperar que se destrabe el conflicto para ver cambiar definitivamente el aspecto del fallido hotel.
La que viene ………………
El Gobierno de Mendoza se sentará a analizar en profundidad la política a seguir respecto del juego en la provincia.
Ese día será realizada una reunión entre todas las áreas que intervienen en el tema, es decir, el Instituto de Juegos y Casinos, el Ministerio de Salud y la Secretaría de Turismos. También participará el Ministerio de Desarrollo Humano pero sólo para informarse porque recibe aportes derivados del juego.
Como vemos, es muy fuerte la ganancia de un casino dentro de un hotel de estas características, han preferido esperar sobre esa resolución, antes de trabajar a full absorbiendo a gente que en muchos casos, por falta de plazas de hotel, debió dormir en moteles o en casas de familia. De todas formas esa gente que durmió en moteles o casas de familia no hubiera utilizado tal vez ese servicio, pero los que podían pagar lo hubieran utilizado y hubieran dejado esos lugares más accesibles al común denominador.