Edificios josefinos nos "cuentan" cómo la arquitectura francesa influyó en la costarricense.
Aun países lejanos de la suntuosa capital francesa, como Costa Rica, exhiben el influjo de las ideas constructivas que nacieron en los territorios de la antigua Galia.
En nuestra ecléctica capital, siguen en pie “testigos” de la unión que Francia y Bélgica tuvieron con nuestro país desde la segunda mitad del siglo XIX gracias a la arquitectura.
Los entonces modernos estilos franceses fueron utilizados por familias acomodadas para levantar sus pequeñas mansiones; y ahora, cuando se habla de repoblar el Centro de San José, el influjo francés también se nota en uno de los primeros edificios “repobladores”.
El arquitecto William Monge es el jefe del Departamento de Restauración del Teatro Nacional. Él ha investigado la influencia de Francia y Bélgica en la arquitectura josefina. Monge ofrece paseos guiados, sin ánimo de lucro, para quienes deseen conocer las construc-ciones más emblemáticas.
Con William Monge recorrimos calles del nordeste josefino, al encuentro de modelos afrancesados.
1. Edificio Metálico.
El más monumental de los edifico metálicos seglares del país se levantó entre 1892 y 1896 en lo que eran las afueras de la ciudad de San José.
Los proponentes de la obra tuvieron que defender que los escolares debieran caminar unos 15 minutos para llegar desde sus casas hasta el centro de estudios.
El diseño neoclásico es obra de Charles Thirion (1838-1920), famoso arquitecto belga de Verviers (provincia de Liège). Ahí levantó el teatro La Bomboniere (1891), cuyos remates de ventanas son casi idénticos a los del Edificio Metálico.
Las partes las hizo S. A. Forges d’Aiseau, empresa especializada en fabricar piezas metálicas para edificios. Forges cerró en 1906. Estaba ubicada en Bélgica, cerca de Charleroi, en la provincia de Hainaut. Forges también hizo los elementos prefabricados de la cúpula de nuestro Teatro Nacional.
Las paredes y los pisos del Edificio Metálico pesan unas 1.000 toneladas. Todo ocupa 2.440 metros cuadrados de espacio útil. Además de su relación con la arquitectura europea propia de su época, el edificio se convirtió en el emblema del programa educativo de los políticos liberales.
2. Estación del Ferrocarril al Atlántico.
Por excelencia, fue el punto de partida hacia Europa, y de llegada. También reflejó el “modelo francés”, al menos en parte.
Es obra del arquitecto nacional Jaime Carranza, uno de los más prestigiosos del comienzo del siglo XX. Él también ayudó a diseñar la actual iglesia de La Merced.
De estilo neorrenacentista, la estación presenta además influencia clásica. Monge ha descubierto que el alero que bordea la estación se agregó después de levantarse el diseño original, tal vez para proteger de las lluvias a los usuarios.
El techo incluye ventanas mansardas (herencia francesa popularizada por el arquitecto François Mansart) de dos aguas. Su cubierta metálica se enmarca entre dos elementos de mayor altura de forma piramidal truncada.
Un reloj de aires barrocos ya ha desaparecido de su frontón. Similar suerte sufrieron un Mercurio (dios griego del comercio y los viajes) y una Venus (diosa del amor, la primavera y la vegetación).
3. Alianza Francesa.
La representación oficial de la cultura de Francia tiene como sede uno de los mejores exponentes de la influencia arquitectónica de ese país.
La sede de la Alianza Francesa está en el cruce de la avenida 7 con la calle
5, lugar que le permite lucirse a plenitud.
La casa data de 1896. De ecléctica apariencia, su pórtico, su fachada y su techo (con elementos metálicos) mantienen rasgos de influencias victoriana (inglesa), del Se-gundo Imperio (francés) y de un estilo italiano.
Sobre el techo, la típica ventana mansarda conforma una buhardilla de influencia barroca francesa traída de Bélgica.
La ventana es adorno, lucernario del cielo raso y elemento compositivo de la fachada. Al parecer, su diseñador se apellidaba Pirie.
Desde 1965, en esta casa funciona la Alianza Francesa, asociación que adquirió el inmueble en 1995.
Antigua Residencia de Ciro Casas
4. Casa Jiménez de la Guardia.
Es uno de los últimos grandes exponentes del art nouveau en San José, pero hoy se halla casi abandonado.
La residencia de la familia Jiménez de la Guardia fue diseñada por su primer propietario, Manuel Francisco Jiménez Ortiz.
La construcción comenzó en 1905, pero, debido al terremoto de 1924 y durante cuatro años, recibió una remodelación casi total, especialmente en su segunda planta.
El art nouveau es un estilo de origen francés que fue exportado a todo el mundo y que adoptó diferentes nombres. Se inspiró fuertemente en la naturaleza, lo cual se percibe en esta vivienda en los motivos decorativos florales de cornisas y ménsulas; también, en sus muros y hermosas rejas de hierro forjado.
Los pisos de mosaico fueron diseñados por Adela Gallardo Freer, esposa del arquitecto Lesmes Jiménez Bonnefil, el otro de los diseñadores de la actual iglesia de La Merced. Como su exterior, el interior está lleno de motivos deart nouveau , como anchas puertas con curvas y cristales ornamentados.
MAS ARQUITECTURA CON INFLUENCIA NEOCLASICA!!
Templo de la música

Teatro Melico Salazar

Casa Amarilla


Curia Metropolitana

Edificio frente al Parque España

Teatro Nacional


Colegio de Señoritas fue construido a finales del siglo XIX cuenta con un estilo renacentista.


Antigua Escuela Vitalia Madrigal, circa 1893 es estilo ecléctico, en el que predomina la arquitectura neoclásica inglesa.

Antiguo Edificio kobert

Teatro Variedades
Correos & Telégrafos

Gran Hotel Costa Rica (Influencia Neoclásica)

Edificio de la Calle 1

Antiguo Banco Anglo
Edificio Knohr 1914
Libreria Lehman
Banco de Costa Rica