E. Fuentes
El Ayuntamiento estudia aplicar restricciones de tráfico en este popular enclave del centro histórico Madrid - De lo perdido... saca lo que puedas. Algo así debió pensar Julio Misiego, el concejal de IU que defendió ayer en el pleno municipal la propuesta de su grupo para peatonalizar la Cava Baja, uno de los «templos» del ocio nocturno de la capital. Las razones de Misiego no convencieron al PP, pero al menos el edil de la coalición no se fue con las manos vacías. El Ayuntamiento está dispuesto a extender las limitaciones impuestas en la Gran Vía o la Casa de Campo a esa zona y estudia restringir los movimientos de vehículos privados en el triángulo delimitado por las calles Segovia, Toledo y la Costanilla de San Pedro, que concentra decenas de las tabernas y bares de copas más visitados por los madrileños todos los fines de semana.
La medida no llegará sola, ya que los agentes contarán con el inestimable apoyo de unas cámaras de vídeo que permitirán identificar las matrículas de los vehículos infractores. Y es que, según los datos ofrecidos por el concejal de Seguridad, Pedro Calvo, toda ayuda es poca para contener la «invasión» de coches en las calles y plazas de los alrededores. En apenas mes y medio, la Policía Municipal ha impuesto 55 denuncias en la plaza de la Paja, 490 en la calle Segovia, 416 en la Cava Baja, 136 en la plaza del Humilladero y 63 en la del Conde de Barajas. Además, un total de trece vehículos acabaron en los depósitos de las grúa municipal, una cifra que, para la oposición, demuestra la ineficacia del servicio de retirada de vehículos. Eso sí, Calvo no especificó, por el momento, las horas o días en que se harán efectivas estas restricciones.
Gallardón estudia ampliar las restricciones de tráfico a los alrededores de la Cava Baja
La zona delimitada por las calles Segovia, Toledo y Costanilla de San Pedro concentra numerosos bares
Tras los «experimentos» de la Casa de Campo, el paseo de Camoens y la Gran Vía, el Ayuntamiento se ha fijado en una de las zonas de copas más populares de la ciudad para extender las limitaciones al tráfico. Los responsables municipales estudian ahora restringir la circulación de vehículos privados en los alrededores de la Cava Baja para crear una «zona de exclusión» en el triángulo delimitado por las calles Segovia, Toledo y Costanilla de San Pedro. La medida se completará con la instalación de cámaras capaces de reconocer automáticamente las matrículas de los infractores.
E. Fuentes
Madrid- No habrá peatonalización, pero si medidas para reducir el tráfico en una de las zonas con más tabernas y bares de copas de la capital. Los miles de personas que cada fin de semana se acercan a los alrededores de la madrileña Cava Baja ya pueden ir pensando en dejar el coche en casa, ya que el Ayuntamiento de la capital está dispuesto a restringir la circulación de vehículos privados en la zona delimitada por las calles Segovia, Toledo, Costanilla de San Pedro y la plaza de la Cebada para extender una medida que ya funciona en lugares tan emblemáticos como la Gran Vía o la Casa de Campo.
Durante el último pleno municipal antes de las vacaciones, el concejal de Seguridad, Pedro Calvo, anunció esta posibilidad para «dulcificar» el rechazo del equipo de Gobierno a la propuesta presentada por IU, que planteó la peatonalización de la Cava Baja y el incremento de la presión policial contra las infracciones viarias en las plazas del Conde de Barajas, de la Paja o Humilladero. Ante los ataques de la oposición por la «negligencia» del Gobierno municipal en la vigilancia de las infracciones, Calvo negó la mayor y puso como ejemplo las 1.170 denuncias tramitadas en apenas mes y medio en las plazas citadas por IU. Además, el concejal reforzó la apuesta por el control al señalar que en las calles de la «zona de exclusión» propuesta«se utilizarán cámaras de vídeo con reconocimiento automático de matrículas para que se cumplan estas res- tricciones», informa Efe.
Este último pleno de la «temporada» fue también el primero en el que se aplicaron las normas de «parlamentarización» que impone la Ley de Grandes Ciudades pero, aparte de un mayor control en los tiempos de las intervenciones, los concejales y asistentes apenas notaron diferencias respecto a la etapa anterior. La sesión fue tan maratoniana como siempre ¬duró siete horas y media¬ y no hubo ni rastro de la presunta agilización en las proposiciones del equipo de Gobierno, que en teoría ya debían llegar debatidas al pleno gracias al nuevo carácter «abierto» de las distintas comisiones. A cambio, sí se notó un descenso en el número de proposiciones de los partidos de la oposición. Una de las rechazadas fue la que presentó el PSOE exigiendo una moratoria en las obras del cierre norte de la M-30. La concejal de Urbanismo, Pilar Martínez, rechazó los argumentos contra el «bypass» que añadirá nuevos carriles subterráneos y en superficie a la avenida Monforte de Lemos y aseguró que «los vecinos han presentado 283 alegaciones y todas han recibido respuesta». Mejor suerte corrió la propuesta socialista para rehabilitar el barrio de Los Olivos, aceptada porque, según el concejal de Vivienda, Sigfrido Herráez, ya se ha decidido remodelar el barrio derribando los bloques existentes. Algunos vecinos de esta barriada protegonizaron una concentración de protesta en la plaza de la Villa.
Por su parte, la mayoría popular sacó adelante, entre otras propuestas, el reglamento del primer Observatorio contra la Violencia de Género, la creación de la empresa Madrid Arte y Cultura ¬que gestionará el Teatro Español y el Centro Cultural de la Villa¬ y la aprobación definitiva del Tribunal Económico Administrativo municipal. El PP también impuso sus votos para aprobar la nueva regulación de las comisiones permanentes, que excluye a los sindicatos de los asuntos relacionados con el personal municipal.
En fin, no es peatonalizacion como pedia IU pero algo es algo. A ver en que queda.