Tepoztlán
"Refugio de los dioses" o "Junto al cobre"
El Municipio de Tepoztlán se localiza al norte del Estado de Morelos, a 17 km. de la Ciudad Cuernavaca y a 74 Km. de la Ciudad de México. Se comunica con el Distrito Federal por la autopista México-Cuernavaca, en su desviación a Cuautla pasando la curva de La Pera; y por la carretera Federal Milpa Alta-Cuautla en su desviación a Oaxtepec y Oacalco.
El territorio Tepozteco se localiza en la ladera sur de la Sierra del Ajusco: existen 2,450 metros de diferencia entre la altitud de su punto más alto (al norte) y su punto más bajo (al sur), ello origina una rica variedad climática y como consecuencia invaluables recursos naturales tanto florísticos como fáusticos (flora y fauna). Su temperatura promedio es de 20°C.
Debido a su riqueza cultural, a su boidiversidad, y por tratarse de una zona de recarga de mantos acuíferos, en 1937 parte importante del municipio de Tepoztlán fue declarado "Parque Nacional" por el presidente Lázaro Cárdenas, y en 1988 "Corredor Biológico Ajusco Chichinautzin" por el presidente Miguel de la Madrid, lo que convierte a Tepoztlán en un área protegida
Historia
El territorio que hoy ocupa el municipio de Tepoztlán estuvo habitado por lo menos desde 1,300 años antes de Cristo, sin embargo poco sabemos de los grupos o culturas que lo poblaron a lo largo de los varios siglos transcurridos antes de la conquista española. En el siglo XIII llegaron a Tepoztlán los xochimilcas, una de las siete tribus nahuatlacas, que según una vieja leyenda, durante el siglo XII emigraron del mítico Aztlán/Chicomostoc (ubicado en el norte del país), y poco a poco se fueron asentando en la Cuenca de México.
Al iniciarse el siglo XVI la cultura de los habitantes de Tepoztlán era el resultado de varios siglos de mestizaje, en el que hubo constante influencia cultural de los grupos que habitaban en la Cuenca de México. En 1438 Tepoztlán fue conquistado por los mexicas, habitantes de la gran ciudad de Tenochtitlan, y en abril de 1521 por los españoles bajo el mando de Hernán Cortés. En ese momento predominaba en Tepoztlán la cultura náhuatl, con fuerte influencia de los patrones culturales mexicas.
Durante la Colonia, Tepoztlán adoptó las formas de vida virreinal construyéndose, en su plaza central, un magnífico convento que albergó a los frailes dominicos que llegaron para evangelizar a los indígenas de esta zona. Hacia 1813, en plena guerra de Independencia, Tepoztlán sufrió graves epidemias (de peste y viruela) que ocasionaron la muerte de más de 900 personas. Con el inicio de la Revolución, en 1910, algunos tepoztecos se adhirieron a las tropas zapatistas, siendo los más destacados Simón Rojas, Lucio Moreno y Felipe Tijera, entre otros. En 1911, este movimiento sembró el miedo entre la población de Tepoztlán, muchas familias se refugiaron en las montañas, mientras que los más acaudalados emigraron a la ciudad de México dejando el municipio prácticamente abandonado hasta que, una vez terminada la revuelta, regresó la calma. En el siglo XX, Tepoztlán fue hogar del célebre poeta Carlos Pellicer, quien fuera uno de los fundadores de la Escuela Secundaria "Jesús Conde Rodríguez", donde apoyó los estudios de muchos jóvenes tepoztecos. Don Carlos también donó a la población su estupenda colección de piezas arqueológicas, las cuales hoy se pueden admirar en el museo que lleva su nombre.
Pirámide del Tepozteco
Ubicada en lo alto de las montañas que rodean al pueblo, en ella se rendía culto al dios "Ometochtli-Tepoztécatl", dios del pulque asociado con la fertilidad vegetal y con el viento. Este edificio fue construido por los tepoztecos de filiación xochimilca entre 1150 y 1350 d.C. Según un mito mesoámericano, Tepozcatécatl fue uno de los "400", es decir, inumerables hijos de los dioses Mayahuel y Pantécatl (diosa del maguey y dios que descubrió la fermentación del aguamiel para la obtención del pulque). Estos 400 dioses fueron conocidos colectivamente como los centzon totochtli, o "400 conejos".
Este templo, que formaba parte de la ciudad prehispánica de Tepoztlán, fue muy importante; hasta él llegaban peregrinos de regiones tan lejanas como Guatemala.
En el edificio fueron encontradas dos importantes lápidas talladas, una con el glifo de Ahuítzol, rey mexica, y otra con la fecha calendárica "10 conejo" correspondiente al año 1502, fecha de la muerte de este personaje. En 1895 el ingeniero tepozteco Francisco Rodríguez, con el apoyo de la comunidad liberó la pirámide de la vegetación que la cubría.
Abierto de lunes a domingo de 10:00 hrs a 18:00 hrs, es pertinente señalar que el tiempo de ascenso es de 45 minutos (2 km) a buen paso, por lo que se recomienda no subir después de las 16:00 hrs. Si se desea subir, se sugiere calzar zapatos de montaña, gorra o sombrero; por precaución no asomarse demasiado al precipicio y no desviarse del camino.
Domingos y días festivos no se cobra la admisión. Alumnos, maestros y personas de la tercera edad con credencial vigente, así como niños menores de 13 años no pagan la entrada. Uso de video con costo.
Templo y Ex-Convento de la Natividad
Este conjunto conventual en 1994 fue declarado por la UNESCO "Patrimonio de la Humanidad". En la planta alta del ex-convento se localiza un mirador orientado hacia la majestuosa cordillera tepozteca, lugar ideal para el reencuentro con uno mismo, área de reflexión y contemplación.
El conjunto conventual, dedicado a la virgen de La Natividad, fue construido entre los años 1555 y 1580 por los habitantes de los pueblos del antiguo señorío de Tepoztlán, bajo la dirección de los frailes dominicos; consta de un gran atrio, capilla abierta, capillas posas, templo, y convento. La bella fachada estilo plateresco del templo muestra a la Virgen María acompañada por fray Domingo de Guzmán, fundador de la orden Dominica, y por Catalina de Siena, santa venerada por los miembros de la orden.
En 1580 el convento ya se encontraba en funciones y permaneció en manos de los frailes dominicos hasta 1773, fecha en que fue entregado al clero secular como consecuencia de las Reformas Borbónicas de fines del siglo XVIII.
Al parecer en 1857 se interrumpió la vida religiosa del antiguo convento debido a la promulgación de las Leyes de Reforma; se inició entonces una etapa de abandono y sucesivas ocupaciones del monumento: como cuartel ocasional de las tropas francesas de Maximiliano de Habsburgo (1864-1867), y décadas después de los ejércitos zapatista y constitucionalista.
En 1939 el presidente Lázaro Cárdenas entregó el ex-convento, para su custodia, al Instituto Nacional de Antropología e Historia. A partir de 1993 el INAH inició un proyecto integral de restauración del Ex-convento de La Natividad, y lo convirtió en centro cultural con vocación comunitaria, destinado, en primera instancia, a investigar y difundir la historia y la cultura local; también abrió sus puertas, mediante exposiciones temporales, a diversas manifestaciones artísticas de miembros de la localidad. En el año 2000 se inauguró en este edificio el Museo Histórico de Tepoztlán, que cuenta también con un Centro de Documentación Histórica.
Abierto de Martes a Domingo de 9:00 hrs. a 18:00hrs, visitas guiadas previa cita. Entrada gratuita.