Una gran explosión sacude Oslo y destroza la oficina del primer ministro
Una gran explosión ha sacudido esta tarde el distrito gubernamental de Oslo, destrozando las oficinas del primer ministro noruego, Jens Stoltenberg, y dañando otros edificios gubernamentales. Hay cientos de heridos y testigos de lo ocurrido afirman que también habría víctimas mortales. Por el momento se desconoce cuántas, aunque la radio pública ya ha confirmado la muerte de al menos una persona.
Aunque por el momento se desconocen las causas de la explosión, las primeras hipótesis de la policía apuntan a que habría sido un coche bomba. Hay un coche completamente destrozado al otro lado de la calle, frente al edificio gubernamental y la sede del diario VG.
El vidrio ha volado como misiles. La primera y la segunda planta del edificio donde está la sede del primer ministro (de 15 plantas) han desaparecido por completo.
También la sede del periódico está completamente destrozada. Las mesas de un café cercano están llenas de sangre.
"Veo reventadas las ventanas del edificio del VG y las de la sede del Gobierno. Hay gente sangrando tumbada en la calle", explicaba un reportero de la radio NRK.
Diversas fuentes se han apresurado a aclarar que el ministro no se encontraba en sus oficinas, sino que se encontraba fuera de la ciudad participando en cursos de verano de la universidad.
EL MUNDO
Una gran explosión ha sacudido esta tarde el distrito gubernamental de Oslo, destrozando las oficinas del primer ministro noruego, Jens Stoltenberg, y dañando otros edificios gubernamentales. Hay cientos de heridos y testigos de lo ocurrido afirman que también habría víctimas mortales. Por el momento se desconoce cuántas, aunque la radio pública ya ha confirmado la muerte de al menos una persona.
Aunque por el momento se desconocen las causas de la explosión, las primeras hipótesis de la policía apuntan a que habría sido un coche bomba. Hay un coche completamente destrozado al otro lado de la calle, frente al edificio gubernamental y la sede del diario VG.
El vidrio ha volado como misiles. La primera y la segunda planta del edificio donde está la sede del primer ministro (de 15 plantas) han desaparecido por completo.
También la sede del periódico está completamente destrozada. Las mesas de un café cercano están llenas de sangre.
"Veo reventadas las ventanas del edificio del VG y las de la sede del Gobierno. Hay gente sangrando tumbada en la calle", explicaba un reportero de la radio NRK.
Diversas fuentes se han apresurado a aclarar que el ministro no se encontraba en sus oficinas, sino que se encontraba fuera de la ciudad participando en cursos de verano de la universidad.
EL MUNDO