El petróleo que llega del Este.
De la mano de la catalana Meroil, la rusa Lukoil entra en el puerto de Barcelona y refuerza su carácter industrial.
- El puerto de Barcelona se diversifica y gana peso industrial en un entorno cada vez más internacionalizado.
- La independiente Meroil refuerza su política comercial de la mano de un socio de envergadura.
- Lukoil completa su logística mediterránea: posee el 50% de la refinería Isab, en la costa oriental de Sicilia.
El despacho, en la séptima planta del ala este del World Trade Center, disfruta de una extensa panorámica del frente marítimo barcelonés. Jordi Valls, presidente de la Autoritat Portuària de Barcelona se levanta de la mesa y mirando hacia dos grandes torres que emergen del agua frente a Montjuïc,explica: "Este puerto es demasiado complejo y diverso para ser el número uno de alguna cosa. Es mucho más que eso. Es un puerto para cruceros, tiene terminales de automóviles, terminales de contenedores, de inflamables... Y en contra de determinadas afirmaciones, es también un puerto industrial, al que le preocupa el futuro de la economía del país".
Valls cuenta todo eso mientras repasa sobre un plano los cambios que están transformando ya el muelle de inflamables. Allí proyecta levantar su logística Lukoil, el grupo petrolero ruso que acaba de asociarse con la catalana Meroil, con la cual ha cerrado una joint-venture."Lo primero que vamos a hacer es ampliar la terminal de Meroil. Más adelante, veremos, pero el deseo de ambas partes es avanzar y reforzar nuestra política comercial en el mercado español" explica José Luis Porté, presidente ejecutivo de la petrolera catalana. Meroil factura alrededor de los 1.000 millones de euros y cuenta con una red de 200 estaciones de servicio y un2% del volumen petrolífero español. "Para nosotros, en cualquier caso, es un acuerdo muy importante. Dejaremos de ser una petrolera modesta para pasar a retos de mayor envergadura".
Meroil fue, y sigue siendo, la primera petrolera independiente española, nacida en el año 1993 al amparo de la disolución del monopolio de Campsa y curtida en la feroz reacción desencadenada por las grandes petroleras españolas contra el más pequeño del mercado. Para sobrevivir a aquel acoso, en el que se llegó incluso a bloquearle el acceso a refinerías internacionales, Meroil tuvo que tejer la mayor red de abastecimiento del Mediterráneo español, de la que sobresale la terminal barcelonesa. Con la ampliación prevista, que tendrá un coste de 50 millones de euros, el grupo catalán y la petrolera rusa dispondrán de la mayor terminal petrolera de Europa y una de las cinco mayores del mundo.
Y ha sido precisamente la ubicación en Barcelona de la terminal la que explica el acuerdo alcanzado con los rusos. El pacto se materializó en mayo a través de la constitución de una jointventure entre Litasco, brazo internacional de Lukoil, con sede en Ginebra, y la compañía catalana.
Lukoil, la segunda mayor compañía no estatal del mundo con reservas probadas de hidrocarburos, hizo mucho ruido en el invierno de 2008, cuando quiso tomar el control de la petrolera Repsol. La operación no cuajó y suscitó entre determinada opinión pública recelos que recordaron los tiempos de la guerra fría. Desde entonces, la petrolera rusa no ha explicado si ha cambiado de estrategia con respecto al mercado español. Lo único cierto es que su brazo internacional, Litasco, que dirige Sergey Chaplygin, ha levantado en los dos últimos años una formidable infraestructura en el Mediterráneo. Y en esa infraestructura tiene especial importancia la refinería de Isab di Priolo, en la costa oriental de Sicilia, a sólo dos días de navegación del puerto de Barcelona. Isab es uno de los mayores complejos refineros del Sur de Europa, del que Litasco controla la mitad del capital (el resto está en manos de la italiana ERG).
En Barcelona, el grupo planea atender al mercado español, pero también proyecta convertirlo en su hub de distribución para otras zonas del Mediterráneo, Norte de Áfricay Centro de Europa. "Serán operaciones de transhipment"aclara Porté. "Desde aquí se recibirán petroleros con hidrocarburos. Algunos irán al mercado español. Otros se reprocesarán, siempre en función de su procedencia, y se reexportarán a otros países" afirma Porté, que es también el presidente de la joint venture constituida.
Para adecuarse a la nueva inversión, el Port de Barcelona ha invertido 9 millones de euros en la construcción de un nuevo atraque de 16 metros de profundidad con el objetivo de permitir la entrada de petroleros de hasta 150.000 toneladas (hasta ahora, la infraestructura sólo permitía el fondeo de petroleros de hasta 40.000 toneladas). "Las cifras pueden parecer exageradas, pero están en línea con el gigantismo en el que ha entrado este tipo de transporte", tercia Valls.
¿Grandes petroleros entrando y saliendo del puerto de Barcelona? La simple visión contradice la de aquellos que veían el puerto condenado a virar hacia el turismo, dado el éxito de los cruceros. "El puerto de Barcelona ha entrado en una fase de internacionalización muy pronunciada. Llega Lukoil,
los hongkoneses de Hutchison ya construyen su gran terminal de contenedores. Y es posible que en los próximos meses cuaje otra operación de estas características", añade Valls, un hombre que en diciembre del 2006 tuvo que cambiar la vara de alcalde -Manresa-por la dirección de esta infraestructura vital para la economía. "Lo importante, en cualquier caso, es que está entrando inversión privada en el puerto. Y que su valor industrial sigue vivo".
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