De momento ya andan pensando en los aparcamientos...
El barrio tendrá 1.500 plazas de aparcamiento en dos subterráneos
No se descarta una futura reordenación del tráfico en la zona del Pesquero, restringida para residentes
La gran novedad del nuevo planeamiento para Castilla-Hermida y Barrio Pesquero es la previsión de construir un segundo gran aparcamiento subterráneo. En total habrá dos, uno bajo el muelle que unirá la lonja con la zona del varadero, respetando la servidumbre del colector que hay en su subsuelo; y un segundo, bajo la zona de oficinas, que se situará en donde ahora se levantan las viejas naves fabriles. Éstas, o bien tienen próxima a extinguir la concesión o la misma ha sido rescatada por la Autoridad Portuaria, por lo que pronto desaparecerán de la vista.
Los dos aparcamientos totalizan unas 1.700 plazas de estacionamiento; 800 plazas, uno; 900, el otro. Como contrapartida, el planeamiento elimina las actuales plazas de aparcamiento en superficie que ocupan terreno portuario junto a la lonja.
La construcción de los aparcamientos no acarreará gasto público, por cuanto se recurrirá a la fórmula, habitual en Santander, del régimen de concesión, en donde quien explota el parking se encarga de su construcción, a su ventura y riesgo. Sí que se requerirá una negociación y un acuerdo entre administraciones ya que el terreno será de titularidad compartida, entre puerto y ciudad, algo que el alcalde, Gonzalo Piñeiro, vio con buenos ojos y con visos de llegar a buen puerto. Durante la construcción de los parkings no se interrumpirá el tráfico ferroviario en la zona portuaria dado que es factible el desvío de la línea.
Circulación
Asimismo, no se descarta una reordenación del tráfico en estas 12 hectáreas que ocupa el plan (50.000 metros cuadrados sólo de zonas verdes y paseos). De especial interés será el área del Barrio Pesquero. Delimitada la zona portuaria a la que el puente de Raos dará conexión como un cordón umbilical con el exterior, el resto del barrio tendrá circulación restringida, probablemente sólo para residentes. Se trataría de dar un paso más al que ya da el Ayuntamiento estos meses con las obras de reurbanización del barrio, en donde proliferan las calles 'menos 10', propias de las semipeatonalizaciones, y los vehículos circulan lentamente y ceden preferencia a los peatones. La circulación viaria pudiera cambiar también en Antonio López, calle que bordea el perímetro portuario en la zona, y en donde la ciudad ganará terreno mediante el retranqueo de la valla limitadora, algo ya previsto. Un aparcamiento tendrá 800 plazas subterráneas y el otro rondará las 900