Comienza a levantarse la futurista torre de Lavacolla
REDACCIÓN. SANTIAGO
Las obras de ampliación de la terminal del aeropuerto compostelano avanzan a buen ritmo. El desplazamiento de la fachada, para disponer de más espacio en la zona dedicada a los pasajeros, está ya casi terminado, aunque su tiempo de uso será breve: según la agenda de AENA para la terminal santiaguesa, habrá un nuevo edificio, en los terrenos que hoy en día ocupa el campo de golf del Aeroclub, en el año 2010. Esta intervención tiene un presupuesto de 63,7 millones de euros y llevará aparejada la dotación de más plazas de aparcamiento, uno de los servicios que, hoy por hoy, escasean en la terminal.
Además, el edificio previsto por el Plan Director de Lavacolla para cuando el aeropuerto compostelano supere los dos millones de pasajeros anuales contempla también una nueva zona de estacionamiento de aeronaves, que en la práctica permitirá maximizar el uso del espacio aéreo.
En cualquier caso, la ampliación de espacio en la terminal actual, que cuenta con 18.067 metros cuadrados repartidos en tres plantas, está ya en su última fase, al mismo tiempo que en el recinto del aeropuerto se inicia el movimiento de tierras para la construcción de la nueva torre de control. Esta infraestructura, cuya construcción se adjudicó a Dragados hace ya cinco meses, tiene un coste de 8,6 millones de euros.
Junto a la torre, que controlará el tráfico propio de Lavacolla, se construirá un centro territorial, el Área de Control Terminal de Galicia, desde el que se van a supervisar las maniobras de aproximación de todas las aeronaves que sobrevuelen el noroeste peninsular.
La nueva torre de control tendrá una altura de 46 metros y las dos plantas superiores sobresaldrán de la planta, de forma hexagonal, formando voladizos. Estos dos pisos serán los destinados a equipos de control, climatización, salas operativas y zona de descanso.
El plazo de ejecución de estas obras es de un total de veinte meses, con lo que la fecha prevista por AENA para su puesta en funcionamiento corresponde ya al año 2006.
En el mismo espacio temporal en el que estaba prevista la construcción de la nueva torre de control, el Plan Director de Lavacolla contempla la dotación de dos salidas rápidas para la pista, una en cada cabecera, y el desarrollo de la plataforma comercial hacia el sur y el oeste. Las calles rápidas -salidas en oblicuo de la pista de aterrizaje hacia la calle de rodadura- permitirán optimizar el uso de la plataforma, con más capacidad operativa.