Totalmente de acuerdo, una forma de ver la situación, con respeto, mucho mas cesuda que la de muchos de tus compatriotas, por el bien del resto del continente y de los habitantes de la región esperemos que se de!!
La opinión pública en Panamá, de forma abrumadora, tradicionalmente se ha opuesto a la apertura del tapón del Darién, zona de bosques protegidos habitadas por comarcas (reservas) indígenas, que interrumpe la comunicación terrestre con Colombia. Si bien ante la luz pública se invocan razones de tipo ambiental (muy válidas por cierto, porque las carreteras, además de los efectos adversos propios de su construcción, traen consigo asentamientos humanos que agravan ese impacto), en el trasfondo se esconde escepticismo por la hipotética expansión del conflicto armado colombiano más allá de las fronteras y la hipotética intensificación de las rutas del narcotráfico y el comercio ilegal de armas. Ahora bien, estos temores fundados o no, tarde o temprano cederán ante intereses comerciales. Tanto Panamá como Colombia necesitan intensificar su comercio (a pesar del reciente escarceo que terminó en la OMC). La Zona Libre de Colón tiene que expandir sus exportaciones hacia Suramérica; Colombia tiene que encontrar alternativas ante el conflicto político-comercial con uno de sus principales socios (Venezuela) y por tanto, Panamá luce como una ideal plataforma logística; la expansión del Canal y la ampliación de los puertos panameños (juntos doblan la capacidad de Santos, Brasil) permite esa logística; Panamá necesita productos energéticos de Colombia y Venezuela (gas y petróleo); Panamá necesita inversión extranjera para mantener su alto crecimiento y el turismo se vería muy favorecido con este proyecto, recuerden que en Panamá está el Hub de Las Américas de Copa y ya es Homeport de cruceros; la efectividad del plan de Seguridad del Presidente Uribe contra las Farc genera un clima de confianza, máxime que se avecina el traslado de las operaciones del comando Sur norteamericano de Ecuador a Colombia; etc. Es decir, se irán conjugando un conjunto de fenómenos que hacen inevitable que se de ese paso y que seguro enfrentará a la opinión pública panameña. La globalización aparece como remedio a la crisis y lamentablemente en este escenario los intereses ambientales están supeditados.
Saludos