Túnel de 70 km.
Como un enorme reto la ingeniería nacional y el duro y poco estudiado corazón de las cordilleras Dariense e Isabelia se revela la empresa que se ha trazado el ingeniero Alfredo Guerrero Ruiz, con la que pretende atravesar unos 70 kilómetros de roca para traer agua desde el norte hacia el centro de Nicaragua, y así aliviar la crisis energética que sufre el país y a la vez irrigar unas 100 mil manzanas de tierras en el noreste del lago de Granada
Ervin Filemón Sánchez |
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En esta foto en Guadarrama, cerca de Madrid, España, se plasma un ejemplo de cómo se hace un túnel con máquinas TBM, como las que se pueden usar en el proyecto de transvase en Nicaragua. INTERNET Esta obra ingeniera de primer nivel en el mundo, una vez realizada, permitiría trasladar 69 metros cúbicos de agua por segundo desde la confluencia del río Cua con el Coco, cerca de la localidad de La Vigía, entre los departamentos de Nueva Segovia y Jinotega, hasta La Majada, en el departamento de Boaco.
¿Cuál es la intensión de realizar algunos cambios en la orientación de parte de la corriente de los ríos Coco, Cua, Pantasma e incluso del Grande de Matagalpa para traerla hacia el Pacífico en vez de que siga corriendo su curso normal hacia la Costa Atlántica del país?¿De qué se trata pues esa obra, que puede considerarse un poco atrevida?
El ingeniero Alfredo Guerrero considera que es posible trasladar un poco de agua de los ríos mencionados para generar energía eléctrica a menos de 100 kilómetros de Managua y en cantidades suficientes para ayudar a enfrentar el futuro desarrollo agroindustrial del país.
Pues bien, la empresa del ingeniero Guerrero, al decir del doctor en Geología William Martínez, es viable, pero compleja, dado que parte importante de Nicaragua no ha sido estudiada suficientemente y la información geológica es aún pobre para conocer de cuánto es el reto y cuáles serían los escollos más serios a través de un terreno de naturaleza diversa.
La intensión de Guerrero, un ingeniero hidráulico con estudios realizados en presas de tierra y concreto en Denver, Colorado, es aprovechar parte del caudal de esos ríos, superar la barrera natural que constituyen el escudo montañoso de Nicaragua para traer esa agua hacia la zona este de Las Playitas, denominada Tamalapa.
Pero, ¿cómo desviar ese líquido y traerlo hacia la zona de interés del ingeniero Guerrero para generar 350 megavatios de energía eléctrica y al final del recorrido regar 100 mil manzanas de tierras para distintos cultivos?
Perforando rocas duras
La manera más eficiente de vencer el obstáculo de montañas con alturas entre mil 200 y mil 700 metros de altura para pasar una corriente de 69 metros cúbicos de agua que calcula el ingeniero Guerrero que corren en el curso medio del Coco, sería perforando las dos cadenas montañosas a lo largo de unos 70 kilómetros hasta llegar a los llanos de Tamalapa, al este de Las Playitas, en la jurisdicción de Ciudad Darío.
Sin embargo, para llevar parte del caudal del Coco, de acuerdo con el ingeniero hidráulico, tendría que levantarse una presa de tierra con corazón de arcilla en la localidad Callejón de Corriente Lira, donde se formaría un embalse de tierra de 50 metros con el centro de arcilla, desde el cual se podría desviar el agua para correr por un canal y luego penetrar a un túnel transvase que atravesaría el corazón de la montaña.
El Callejón de Corriente Lira se encuentra cerca de la confluencia de los ríos Coco y Cua, entre los departamentos de Nueva Segovia y de Jinotega, en la zona de La Vigía, antes de llegar a la localidad de Wiwilí.
Esta nueva obra proyectada por el ingeniero hidráulico Alfredo Guerrero Ruiz saldría del vaso de Fantasma, en la presa erigida sobre el río Coco y tendría posteriormente que atravesar unos 70 kilómetros de la cordillera Isabelia, con montañas verde azuladas en cuyo interior se suceden, unas tras otras, y a veces entremezcladas, distintas formaciones rocosas que revelan parte de la historia geológica de Nicaragua.
A través de ese túnel canal correrían 69 metros cúbicos de agua por segundo que saldrían del lago que formará por la futura represa sobre el Coco, pero para que eso suceda, tendría que perforarse la montaña usando quizás más de un método, pero para el ingeniero Guerrero, mejor sería utilizar una máquina llamada “túnel boring machine”, que es una perforadora circular.
Las taladradoras del túnel (TBM) se utilizan para excavar túneles circulares tanto en roca dura como para en suelos menos duros, y los diámetros de los agujeros pueden ser desde un metro hasta 15 metros, que son usados para hacer pasar vehículos y trenes de un lado a otro de una montaña, o en minas, mientras que otros de menor diámetro son usados para pasar agua hacia sitios necesitados.
A través del duro corazón de la montaña
De acuerdo con el doctor William Martínez, una obra de esa naturaleza requiere de un estudio geofísico y con perforaciones a lo largo de la ruta trazada para conocer la naturaleza de las rocas y del suelo por donde debe realizarse el túnel, así como los puntos críticos, por ejemplo, donde el terreno sea inestable a causa de fallamiento activo.
El doctor en Geología señala que a lo largo de ese curso hay normalmente lavas, tobas e ignimbritas que son rocas duras y, por lo tanto, de buena naturaleza para excavar túneles, por su estabilidad y porque no requieren necesariamente de impermeabilización, sin embargo, asegura que al irse acercando hacia la depresión del Pacífico sí se va a entrar en terrenos más fracturados, por ser más jóvenes de formación.
Esta obra ingeniera de alta tecnología que aún no se ha realizado en Nicaragua permitiría que tras recolectar aguas de varios ríos, entre ellos el Coco, el Pantasma, el Cua y el Grande de Matagalpa, formarían a su vez en la zona al este de Las Playitas un nuevo lago en los llanos de Tamalapa, por medio de una presa de tierra de 30 metros de altura, a fin de regular el caudal, que a esa altura sería de 79.1 metros por segundo.
Con ese caudal dirigido hacia el desnivel existente entre la zona de Las Playitas, en el departamento de Matagalpa, buscando el cause de un afluente del río Malacatoya, en el departamento de Boaco.
Para aprovechar el desnivel, las aguas serían llevadas por medio de un túnel a presión y por medio de tuberías de acero por unos diez kilómetros, hacia una casa de máquinas, donde estarían las turbinas que generarían unos 350 megavatios, energía que podría ser llevada hacia la subestación de Tipitapa.
Después de la casa de máquinas, las aguas serían llevadas hacia el cause de una afluente del río Malacatoya, para que esas aguas sean dirigidas posteriormente a toda la zona seca al noreste del lago de Nicaragua, lo que permitiría al Estado vender el líquido a productores.