Cuestión de precio
• El proyecto de estadio que defiende Nadal es más económico que la opción del Consejo grana. Ballesteros insiste en que tiene la fórmula para pagar la instalación
Nadal reiteró a los consejeros granas durante la mencionada reunión que un estadio en la propia partida de la Budallera, pero apartado del actual, implicaría un coste más elevado. Su propuesta gira entorno a los 18 millones de euros (3.000 millones de las antiguas pesetas) mientras que la del Consejo grana, según los cálculos que maneja el Ayuntamiento, se incrementaría unos seis millones euros más en concepto de la nueva construcción de las instalaciones anexas actuales (pistas de tenis y campos de fútbol), que lógicamente quedarían afectadas de construirse un nuevo estadio.
Nadal, que ya ha dejado claro que el Ayuntamiento se hará cargo de la totalidad del coste de las obras ya que las instalaciones son de titularidad municipal, mostró en todo momento su preocupación a los dirigentes granas por las diferencias en cuanto a la financiación de uno u otro proyecto. El Consejo, sin embargo, considera que la decisión final puede resultar clave para el futuro de la entidad y su consolidación en el fútbol profesional. El martes ambas partes volverán a reunirse para analizar de nuevo el tema, aunque la postura del Nàstic no ha sentado nada bien a Nadal, hasta el punto que el proyecto definitivo ha quedado ahora mismo en punto muerto. Lo único seguro, de momento, es que en verano se reformará el gol de mar y se acometerán las obras imprescindibles para cumplir con los requisitos de la Liga de Fútbol Profesional.
La fórmula de Ballesteros
El portavoz del Grup Municipal Socialista, Josep Fèlix Ballesteros, presentó hace unos meses su proyecto de nuevo estadio para el Gimnàstic. Su estadio cuenta con capacidad para 22.000 espectadores, un párking en el primer nivel del estadio, una área extensa de gimnasio, un museo para el club y una extensa área con zonas de deporte y ocio.
El coste del Nou Estadi de los socialistas tiene un coste de casi 11 millones de euros a ejecutar en poco más de un año. «Es una propuesta más que asumible económicamente hablando, sino ni la plantearía», defiende Ballesteros. Incluso propone una fórmula que es más práctica que mágica. «El nuevo campo se puede financiar con la venta de terrenos. En Tarragona –añade– se harán tres operaciones de venta de patrimonio espectaculares». El primero consiste en la venta de los terrenos de la Facultat de Lletres (la parte que da a la calle Sant Antoni Maria Claret). «Dos mil millones de las antiguas pesetas se destinarán al traslado de la facultad de la URV, los restantes dos mil podrían destinarse al Nàstic». Ballesteros propone vender el terreno, «no subastarlo».
La segunda operación económica pasa por la venta de unos terrenos en la zona de Joan XXIII. Finalmente, «el Ayuntamiento dispone del dinero que pagó José Luis Garcia por la subasta del solar de la Avenida Roma. Lo que no puede ser –continúa– es que Nadal se excuse en la falta de dinero para remodelar el campo, en lugar de construir un nuevo equipamiento deportivo. Soluciones existen y las que plantemos nosotros son viables».
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Diari de Tarragona.
• El proyecto de estadio que defiende Nadal es más económico que la opción del Consejo grana. Ballesteros insiste en que tiene la fórmula para pagar la instalación
Nadal reiteró a los consejeros granas durante la mencionada reunión que un estadio en la propia partida de la Budallera, pero apartado del actual, implicaría un coste más elevado. Su propuesta gira entorno a los 18 millones de euros (3.000 millones de las antiguas pesetas) mientras que la del Consejo grana, según los cálculos que maneja el Ayuntamiento, se incrementaría unos seis millones euros más en concepto de la nueva construcción de las instalaciones anexas actuales (pistas de tenis y campos de fútbol), que lógicamente quedarían afectadas de construirse un nuevo estadio.
Nadal, que ya ha dejado claro que el Ayuntamiento se hará cargo de la totalidad del coste de las obras ya que las instalaciones son de titularidad municipal, mostró en todo momento su preocupación a los dirigentes granas por las diferencias en cuanto a la financiación de uno u otro proyecto. El Consejo, sin embargo, considera que la decisión final puede resultar clave para el futuro de la entidad y su consolidación en el fútbol profesional. El martes ambas partes volverán a reunirse para analizar de nuevo el tema, aunque la postura del Nàstic no ha sentado nada bien a Nadal, hasta el punto que el proyecto definitivo ha quedado ahora mismo en punto muerto. Lo único seguro, de momento, es que en verano se reformará el gol de mar y se acometerán las obras imprescindibles para cumplir con los requisitos de la Liga de Fútbol Profesional.
La fórmula de Ballesteros
El portavoz del Grup Municipal Socialista, Josep Fèlix Ballesteros, presentó hace unos meses su proyecto de nuevo estadio para el Gimnàstic. Su estadio cuenta con capacidad para 22.000 espectadores, un párking en el primer nivel del estadio, una área extensa de gimnasio, un museo para el club y una extensa área con zonas de deporte y ocio.
El coste del Nou Estadi de los socialistas tiene un coste de casi 11 millones de euros a ejecutar en poco más de un año. «Es una propuesta más que asumible económicamente hablando, sino ni la plantearía», defiende Ballesteros. Incluso propone una fórmula que es más práctica que mágica. «El nuevo campo se puede financiar con la venta de terrenos. En Tarragona –añade– se harán tres operaciones de venta de patrimonio espectaculares». El primero consiste en la venta de los terrenos de la Facultat de Lletres (la parte que da a la calle Sant Antoni Maria Claret). «Dos mil millones de las antiguas pesetas se destinarán al traslado de la facultad de la URV, los restantes dos mil podrían destinarse al Nàstic». Ballesteros propone vender el terreno, «no subastarlo».
La segunda operación económica pasa por la venta de unos terrenos en la zona de Joan XXIII. Finalmente, «el Ayuntamiento dispone del dinero que pagó José Luis Garcia por la subasta del solar de la Avenida Roma. Lo que no puede ser –continúa– es que Nadal se excuse en la falta de dinero para remodelar el campo, en lugar de construir un nuevo equipamiento deportivo. Soluciones existen y las que plantemos nosotros son viables».
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Diari de Tarragona.