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EL HELICOIDE, CARACAS. CONSTRUIDO EN LOS AÑOS 50...TODO UN ICONO:
Fuente.-
El Helicoide de Caracas: Una edificación concebida por tres jóvenes profesionales de la arquitectura venezolana (Dirk Bornhorst, Jorge Romero Gutierrez y Pedro Neureberg), que los alzaba hasta la punta más extendida de la vanguardia del modernismo de los años 50. El Helicoide, tal y como se ofrecía en su diseño original, contemplaba 360 locales comerciales, áreas de exposiciones para productos industriales, oficinas, hotel, estudio de televisión, parque infantil y hasta un helipuerto.
"Queríamos que fuera un centro comercial conocido en el mundo –recuerda Bornhorst–, que los turistas vinieran a Venezuela y lo visitaran como una atracción más". Cuál sería el empuje de los padres de la criatura, que el magnate Nelson Rockefeller casi firma un cheque para hacerse dueño del enorme complejo; Pablo Neruda llegó a visitarlo y afirmó que "es ésta una de las creaciones más exquisitas brotada de la mente de un arquitecto"; y, además, como para rematar la experiencia onírica que significa este desfile de personalidades del siglo XX, dicen que Salvador Dalí llegó a ofrecer sus servicios de decorador.
Fuente: http://www.arq-links.com/index.php?option=com_content&task=view&id=3&Itemid=1
MAS DATOS:
El Helicoide
Repostería del modernismo
En 1957, el Helicoide era una torta. Así es, con pastillaje, adornos, figurines y todo. Una tremenda torta cuyo objetivo era celebrar la unión entre el arquitecto Dirk Bornhorst y su esposa. La sonrisa que Bornhorst muestra, en una fotografía de entonces, deja ver pícaramente rasgos de orgullo paterno. No es descabellado pensar que, mientras Bornhorst picaba el primer trozo del pastel, los arquitectos Jorge Romero Gutiérrez y Pedro Neureberg se hubiesen acercado, también henchidos, para contemplar una versión bien sabrosa de su gran obra.
Y sí que era un gran proyecto. Una edificación concebida por tres jóvenes profesionales de la arquitectura venezolana que los alzaba hasta la punta más extendida de la vanguardia del modernismo de los años 50. El Helicoide, tal y como se ofrecía en su diseño original, contemplaba 360 locales comerciales, áreas de exposiciones para productos industriales, oficinas, hotel, estudio de televisión, parque infantil y hasta un helipuerto.
“Queríamos que fuera un centro comercial conocido en el mundo –recuerda Bornhorst–, que los turistas vinieran a Venezuela y lo visitaran como una atracción más”. Cuál sería el empuje de los padres de la criatura, que el magnate Nelson Rockefeller casi firma un cheque para hacerse dueño del enorme complejo; Pablo Neruda llegó a visitarlo y afirmó que “es ésta una de las creaciones más exquisitas brotada de la mente de un arquitecto”; y, además, como para rematar la experiencia onírica que significa este desfile de personalidades del siglo XX, dicen que Salvador Dalí llegó a ofrecer sus servicios de decorador.
Justo entonces, cayó la dictadura: hecho dulce, como el merengón para algunos, pero amargo para la historia del Helicoide. “Los accionistas de Iveca C.A. (compañía propiedad de Roberto Salas Capriles, principal accionista de la obra) salieron del país y el Helicoide quedó sin financiamiento”, señala Pedro Neureberg. Actualmente, el Helicoide es como ese pedazo de torta de matrimonio que lleva una semana en la nevera, envuelto en papel aluminio. Nadie quiere nada con él.
FUENTE: http://www.el-nacional.com/revistas/todoendomingo/todo164/reportaje1.htm
NOTA: ACTUALMENTE FUNCIONA COMO CENTRO DE LA POLICIA CIENTIFICA Y JUDICIAL DE VENEZUELA.



Fuente.-
El Helicoide de Caracas: Una edificación concebida por tres jóvenes profesionales de la arquitectura venezolana (Dirk Bornhorst, Jorge Romero Gutierrez y Pedro Neureberg), que los alzaba hasta la punta más extendida de la vanguardia del modernismo de los años 50. El Helicoide, tal y como se ofrecía en su diseño original, contemplaba 360 locales comerciales, áreas de exposiciones para productos industriales, oficinas, hotel, estudio de televisión, parque infantil y hasta un helipuerto.
"Queríamos que fuera un centro comercial conocido en el mundo –recuerda Bornhorst–, que los turistas vinieran a Venezuela y lo visitaran como una atracción más". Cuál sería el empuje de los padres de la criatura, que el magnate Nelson Rockefeller casi firma un cheque para hacerse dueño del enorme complejo; Pablo Neruda llegó a visitarlo y afirmó que "es ésta una de las creaciones más exquisitas brotada de la mente de un arquitecto"; y, además, como para rematar la experiencia onírica que significa este desfile de personalidades del siglo XX, dicen que Salvador Dalí llegó a ofrecer sus servicios de decorador.
Fuente: http://www.arq-links.com/index.php?option=com_content&task=view&id=3&Itemid=1
MAS DATOS:
El Helicoide
Repostería del modernismo
En 1957, el Helicoide era una torta. Así es, con pastillaje, adornos, figurines y todo. Una tremenda torta cuyo objetivo era celebrar la unión entre el arquitecto Dirk Bornhorst y su esposa. La sonrisa que Bornhorst muestra, en una fotografía de entonces, deja ver pícaramente rasgos de orgullo paterno. No es descabellado pensar que, mientras Bornhorst picaba el primer trozo del pastel, los arquitectos Jorge Romero Gutiérrez y Pedro Neureberg se hubiesen acercado, también henchidos, para contemplar una versión bien sabrosa de su gran obra.
Y sí que era un gran proyecto. Una edificación concebida por tres jóvenes profesionales de la arquitectura venezolana que los alzaba hasta la punta más extendida de la vanguardia del modernismo de los años 50. El Helicoide, tal y como se ofrecía en su diseño original, contemplaba 360 locales comerciales, áreas de exposiciones para productos industriales, oficinas, hotel, estudio de televisión, parque infantil y hasta un helipuerto.
“Queríamos que fuera un centro comercial conocido en el mundo –recuerda Bornhorst–, que los turistas vinieran a Venezuela y lo visitaran como una atracción más”. Cuál sería el empuje de los padres de la criatura, que el magnate Nelson Rockefeller casi firma un cheque para hacerse dueño del enorme complejo; Pablo Neruda llegó a visitarlo y afirmó que “es ésta una de las creaciones más exquisitas brotada de la mente de un arquitecto”; y, además, como para rematar la experiencia onírica que significa este desfile de personalidades del siglo XX, dicen que Salvador Dalí llegó a ofrecer sus servicios de decorador.

Justo entonces, cayó la dictadura: hecho dulce, como el merengón para algunos, pero amargo para la historia del Helicoide. “Los accionistas de Iveca C.A. (compañía propiedad de Roberto Salas Capriles, principal accionista de la obra) salieron del país y el Helicoide quedó sin financiamiento”, señala Pedro Neureberg. Actualmente, el Helicoide es como ese pedazo de torta de matrimonio que lleva una semana en la nevera, envuelto en papel aluminio. Nadie quiere nada con él.
FUENTE: http://www.el-nacional.com/revistas/todoendomingo/todo164/reportaje1.htm
NOTA: ACTUALMENTE FUNCIONA COMO CENTRO DE LA POLICIA CIENTIFICA Y JUDICIAL DE VENEZUELA.