El Consell impulsa en la costa de Cullera 33 torres de 25 alturas y hoteles de 42 plantas
El desarrollo de la Bega contempla más de 4.500 viviendas que casi permitirían duplicar la población
La margen izquierda del río Júcar se ha proyectado como la nueva zona de expansión urbanística de Cullera. El proyecto realizado por el Instituto Valenciano de la Vivienda (Ivvsa) contempla la construcción de 33 torres de entre 15 y 25 alturas y otros dos edificios en primera línea de mar de 42 plantas, que albergarán dos hoteles.
Maite Nácher, Cullera
En una zona que abarca una extensión de 600.000 metros cuadrados se prevé la construcción de más de cuatro mil quinientas viviendas. Con este proyecto, la ciudad de Cullera casi podría duplicar su población actual, ya que la nueva urbanización albergaría hasta 15.000 nuevos vecinos, cuando durante el invierno en Cullera residen veinte mil habitantes.
El equipo de gobierno (PP-UV-Bloc) se ha fijado un plazo de dos años para que el proyecto esté elaborado. Por el momento, el pleno aprobó ayer, con los votos del gobierno municipal, la abstención de Alternativa Progressista de Cullera y el voto en contra del PSOE, someter a exposición pública el plan parcial de la Bega. Los grupos de la oposición denunciaron que el nuevo plan para la Bega sólo beneficia a los constructores y al Ivvsa. El portavoz socialista, Joan Grau, calificó de «curiosidad» que el arquitecto de este proyecto hubiera tenido intereses en solares de Cullera y que José Fermín Doménech, actual gerente del Instituto Valenciano de la Vivienda, haya sido precisamente representante de la Agrupación de Interés Urbanístico de la Bega.
El nuevo proyecto para Cullera llega en pleno debate político sobre la crisis del modelo turístico de la Comunidad Valenciana. La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, atribuyó el estancamiento del sector a la saturación urbanística en la costa y criticó que el Gobierno valenciano mantenga un proceso de «urbanización al límite» en el litoral. Los grupos de la oposición de Cullera también critican el modelo urbanístico elegido para la Bega por las grandes torres proyectadas. Sin embargo el alcalde, Ernesto Sanjuán, defiende, que «las alturas son necesarias» y el proyecto es «imprescindible» para el futuro de la ciudad.
El plan prevé 2.200 plazas hoteleras, que se distribuyen en cinco parcelas. El 10% del suelo de la Bega será de propiedad municipal y en estos terrenos se construirán 500 viviendas de protección oficial. Además, se ha proyectado la construcción de más de 10.000 plazas de aparcamiento, casi un millar de ellas en un parking subterráneo.
El proyecto incluye, además, la construcción de los puertos deportivo y pesquero. El puerto deportivo dispondrá de entre 700 y 800 amarres y se completará con otro puerto en la margen derecha del río Júcar. Estas dos infraestructuras serán financiadas por el Consell, a quien se le donarán los terrenos una vez se apruebe la reparcelación.
El alcalde defendió que el proyecto de la Bega es necesario para poder entrar en la Copa del América. Tras la aprobación ayer en el pleno, ahora el plan parcial de la Bega estará un mes en exposición pública.
El desarrollo de la Bega contempla más de 4.500 viviendas que casi permitirían duplicar la población
La margen izquierda del río Júcar se ha proyectado como la nueva zona de expansión urbanística de Cullera. El proyecto realizado por el Instituto Valenciano de la Vivienda (Ivvsa) contempla la construcción de 33 torres de entre 15 y 25 alturas y otros dos edificios en primera línea de mar de 42 plantas, que albergarán dos hoteles.
Maite Nácher, Cullera
En una zona que abarca una extensión de 600.000 metros cuadrados se prevé la construcción de más de cuatro mil quinientas viviendas. Con este proyecto, la ciudad de Cullera casi podría duplicar su población actual, ya que la nueva urbanización albergaría hasta 15.000 nuevos vecinos, cuando durante el invierno en Cullera residen veinte mil habitantes.
El equipo de gobierno (PP-UV-Bloc) se ha fijado un plazo de dos años para que el proyecto esté elaborado. Por el momento, el pleno aprobó ayer, con los votos del gobierno municipal, la abstención de Alternativa Progressista de Cullera y el voto en contra del PSOE, someter a exposición pública el plan parcial de la Bega. Los grupos de la oposición denunciaron que el nuevo plan para la Bega sólo beneficia a los constructores y al Ivvsa. El portavoz socialista, Joan Grau, calificó de «curiosidad» que el arquitecto de este proyecto hubiera tenido intereses en solares de Cullera y que José Fermín Doménech, actual gerente del Instituto Valenciano de la Vivienda, haya sido precisamente representante de la Agrupación de Interés Urbanístico de la Bega.
El nuevo proyecto para Cullera llega en pleno debate político sobre la crisis del modelo turístico de la Comunidad Valenciana. La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, atribuyó el estancamiento del sector a la saturación urbanística en la costa y criticó que el Gobierno valenciano mantenga un proceso de «urbanización al límite» en el litoral. Los grupos de la oposición de Cullera también critican el modelo urbanístico elegido para la Bega por las grandes torres proyectadas. Sin embargo el alcalde, Ernesto Sanjuán, defiende, que «las alturas son necesarias» y el proyecto es «imprescindible» para el futuro de la ciudad.
El plan prevé 2.200 plazas hoteleras, que se distribuyen en cinco parcelas. El 10% del suelo de la Bega será de propiedad municipal y en estos terrenos se construirán 500 viviendas de protección oficial. Además, se ha proyectado la construcción de más de 10.000 plazas de aparcamiento, casi un millar de ellas en un parking subterráneo.
El proyecto incluye, además, la construcción de los puertos deportivo y pesquero. El puerto deportivo dispondrá de entre 700 y 800 amarres y se completará con otro puerto en la margen derecha del río Júcar. Estas dos infraestructuras serán financiadas por el Consell, a quien se le donarán los terrenos una vez se apruebe la reparcelación.
El alcalde defendió que el proyecto de la Bega es necesario para poder entrar en la Copa del América. Tras la aprobación ayer en el pleno, ahora el plan parcial de la Bega estará un mes en exposición pública.
